El
Sevilla FC afrontará el próximo
lunes 3, a partir de las
21:15 horas, un derbi regional contra el
Cádiz CF que servirá para cerrar la
jornada 19 y, por ende, la
primera vuelta del campeonato liguero 21/22. Un primer encuentro del nuevo año que llega marcado por
Ómicron y su devastadora influencia en todos los equipos de
LaLiga, hasta el punto de que esta sexta ola tiene mucha pinta de
condicionar las próximas entregas del torneo, con la
Copa del Rey también a la vuelta de la esquina. Una
cuesta de enero especialmente pronunciada hacia abajo que, si bien parecía no castigar en exceso a los nervionenses, está empezando a preocupar a sus responsables.
Y es que, con la vuelta al trabajo de la plantilla adiestrada por Julen Lopetegui, las pruebas de antígenos y las posteriores
PCR detectaron
solamente tres positivos entre los jugadores (dos de ellos ya se fueron así a las mini vacaciones de Navidad), muchos menos que en clubes como
Celta, Rayo Vallecano o Real Sociedad, por ejemplo, donde empieza a hablarse de peticiones de aplazamiento o, en su defecto, la obligación de tirar de los filiales. Sin embargo, el avance de las sesiones desvela poco a poco un
panorama peor en blanquirrojo, teniendo en cuenta que esta
nueva variante del coronavirus se contagia de manera más sencilla, al parecer, pese a la ausencia mayoritaria de cuadros graves. Además, la revelación de la enfermedad se realiza antes.
De esta manera, si este miércoles se detectó
un cuarto caso de contagio en el vestuario sevillista, el club informó en la noche de este jueves de un quinto positivo, lo que, unido a las lesiones de larga duración (ya están de vuelta
Navas y En-Nesyri, aunque éste, como
Munir y Bono, se marchan a la
Copa de África, mientras que siguen en el dique seco
Lamela y Suso), condicionan seriamente los planes del míster para el encuentro del lunes en el Nuevo Mirandilla y el del jueves 6,
Día de Reyes, a partir de las 18:00 horas en La Romareda ante el
Real Zaragoza, correspondiente a los treintaidosavos de final de la Copa del Rey.
Sin embargo, el
brote sigue creciendo, hasta el punto de la que institución de Eduardo Dato informa unas horas antes de Nochevieja que se han detectado
dos nuevos positivos, por lo que
son ya siete los damnificados. Aunque no se ha revelado la identidad de los afectados, el Sevilla FC aclara que todos son
asintomáticos y están aislados en sus domicilios pars evitar que el brote sea mayor y afecte a otros compañeros. El
protocolo sanitario permite el regreso a los entrenamientos y la disputa de los partidos cuando los damnificados superen dos PCR negativas y continúen en esa misma línea con los
test de antígenos a los que se someten prácticamente a diario los profesionales. Por lo tanto, y pese al acortamiento de las
cuarentenas a siete días, parece casi imposible que puedan llegar al 3-E, salvo en el caso de los más antiguos en estas lides.