El
Sevilla FC afronta este miércoles la
segunda eliminatoria de la Copa del Rey con la visita al modesto
Andratx FC balear. Lo hace recelando de la teórica modestia de un equipo de la Segunda RFEF pero también consciente de las dificultades de un conjunto que viene de eliminar al Oviedo -la única sorpresa de la primera ronda-, hacerlo a partido único, sobre césped sintético y con
varios hándicaps añadidos: las siete bajas por lesión, "muchos tocados" que han viajado sin saber si podrán jugar o no y
la inoportuna norma de la RFEF que le impedirá tener sobre el campo a más de cuatro jugadores sin ficha del primer equipo -de los siete canteranos citados- y usar como máximo a un total de seis.
"Los equipos deberán estar integrados durante todo el desarrollo del partido por siete futbolistas, al menos, de los que conformen la plantilla de la categoría donde militen”, reza la normativa en el punto cuarto de la disposición tercera. Además, en el punto seis, explica que
el máximo de jugadores utilizados podrá ser de seis, pero nunca podrá haber más de cuatro en el campo. "En competiciones distintas a los Campeonatos Nacionales de Liga, el número de jugadores que se alineen en un equipo de categoría superior, no podrá exceder de seis, ello sin perjuicio de que se cumpla lo dispuesto en el punto cuatro".
Lopetegui tiene siete bajas, muchos tocados que no sabrá si están disponibles o no hasta la sesión de activación de este mismo miércoles y, por si alguien se había olvidado,
el próximo sábado reciben al Atlético de Madrid en LaLiga. Más que nunca, el técnico del Sevilla FC tendrá ante sí un rompecabezas.