El asturiano Pablo Gonzalez Fuertes será el encargado de dirigir al Sevilla en el partido que este sábado le enfrenta al Espanyol y estará asistido en el VAR por el valenciano Juan Martínez Munuera.
Tras el convincente triunfo frente al Valencia, los de Lopetegui esperan ratificar su puesto de Champions ante un conjunto perico al que le tenían tomada la medida en años anteriores y que viene de estrenar su casillero de victorias en LaLiga.
Sin embargo, enfrente tendrán el hándicap de un árbitro que no se le da especialmente bien y que no ha tenido que sufrir a lo largo de los últimos once meses. Con González Fuertes, el conjunto sevillista sólo ha ganado uno de los cinco partidos que ha disputado y cuenta con antecedentes polémicos como el de su debut en el Pizjuán, cuando el Sevilla cayó ante el Villarreal después de que el colegiado de Gijón no pitara sendos penaltis a Banega y Sarabia.
Su último duelo fue hace casi un año en Granada y acabó con la expulsión de Joan Jordán y con Lopetegui muy enfadado, hablando con el árbitro camino de vestuarios. "El árbitro ha pitado lo que ha visto y yo he visto otras cosas. Claro que ha condicionado el partido esa expulsión (...) La conversación con el árbitro no te la voy a contar lógicamente, estamos a 200 pulsaciones y decimos las cosas en caliente", dijo el técnico sevillista.