Jesús Navas, futbolista y capitán del
Sevilla Fútbol Club, se ha convertido en una leyenda de la entidad no sólo por su juego sino también por su longevidad al más alto nivel futbolístico y por su compromiso y esfuerzo.
Desde pequeño siempre apuntó manera, por eso
LaLiga se acercó hasta
Los Palacios, su localidad natal, para conocer los inicios de una carrera profesional absolutamente ejemplar, hablando con
Wilfred, excompañero suyo,
Manolo Martín, antiguo técnico, y
Antonio Romero, expresidente de
Los Palacios.
Sus inicios en Los Palacios
"Aquí, es dónde Jesús empezó a despuntar. Lo que se ve, las carreras que se pega en el campo del Sevilla y en todos los campos de Europa y en el mundo, aquí es donde comenzó a hacerlo", dice
José Manuel Muñoz 'Wilfred', que fuera compañero del sevillista.
Uno de los primeros entrenadores,
Manolo Martín, se muestra orgulloso de lo conseguido por su pupilo. "Cuando nosotros vemos a Jesús coger la banda y esas cosas que él hace e inventa, esos esprints que hace son como si lo viéramos aquí en
Los Palacios".
Antonio Romero, expresidente de
Los Palacios, no le contuvo tampoco a la hora de elogiar a Navas. "Era un jugador que recoge todas las cualidades para ser futbolista. Si él no podía marcar el gol, se lo daba al compañero. Era muy generoso".
Su forma de jugar de niño
"De aquel niño, lo que recordamos es la verticalidad, la agilidad. Era un crío rápido, con chispa... de hecho recordábamos, cuando nosotros jugábamos fuera y siempre los árbitros no preguntaban si el chiquitín iba a jugar de inicio", dice Manolo Martín.
"Era el mejor del equipo y nosotros sabíamos que iba a llegar a la élite. No tenía cuerpo, pero sabíamos que cuando se formara un poco como hombre iba a dar el salto", añadió Wilfred.
"La gente iba a ver a Jesús porque Jesús era el más pequeño del equipo en estatura y el más delgado. De hecho, no había ropa para él porque todas le quedaban grande", afirmó Manolo Martín de nuevo.
"Todo lo que se veía eran dos patitas por debajo. Pero una vez Jesús se ponía a jugar, Jesús era un disfrute para todos jugada tras jugada", terminó Romero.
Pablo Blanco se enamora de él cuando iba a fichar a otro
"Una mañana lluviosa, que Pablo Blanco venía a ver a Wilfred, el portero, y entonces vi a Jesús y se le metió por los ojos. A Jesús sólo se le veía camiseta. Era pequeño, delgado y era una maravilla. A Pablo le encantó y se llevó a Jesús al Sevilla FC", aseguró Antonio Romero.
Wilfred bromeó con ello. "Me siento orgulloso que viniera en busca mía y de Jesús, pero a Jesús ya se le vía que iba para arriba".
Sus momentos de niño
El portero habló de sus momentos jugando juntos, los viajes y su paso por la residencia, la soledad. "Íbamos en coche
con su padre a los entrenamientos y luego tuvimos la época de vivir en la residencia, cada uno teníamos nuestra habitación, pero éramos una familia".
Wilfred destaca también la personalidad de Jesús Navas como clave de su éxito. "Como compañero impresionante. Gracioso, siempre estamos de broma, pero a la hora de jugar siempre había que darle el balón porque sacaba algo positivo".
Potencial futbolístico
"Nadie pensaba que ese jugador tuviera esas habilidades y esas características que sigue manteniendo hoy día", razona Manolo Martín.
Su excompañero, Wilfred, valoró su humildad. "La verdad es que aprovechó bien su oportunidad. Un tío humilde, trabajador que es lo que te lleva a donde lo ha llevado a él le. Quien pueda que lo iguale".
Por su parte, su expresidente, nunca tuvo dudas de que alcanzaría el profesionalismo. "Pensaba que llegaba arriba porque Jesús era generoso y lo tenía todo. Se sabía que iba a llegar a ser profesional".
Es la línea que sigue Wilfred. "Jesús se sabía desde el principio que iba a llegar a Primera división. Y ahora es lateral derecho y es de los mejores. A mí no me sorprende".
Por último, Manolo Martín destaca su gran calidad humana. "
Ni el fútbol ni la fama le ha cambiado su forma de ser. Sigue siendo la misma persona que cuando era un crío. Ese es el valor más importante".