El Ramón Sánchez-Pizjuán cumple 63 años con otra final europea en puertas como regalo

El Ramón Sánchez-Pizjuán cumple 63 años con otra final europea en puertas como regalo
- R. S.
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 4 min lectura
Inaugurado el 7 de septiembre de 1958 en partido amistoso frente al Real Jaén, el Ramón Sánchez Pizjuán celebra este martes el 63 aniversario de su inauguración. Sede del Mundial de 1982 y de la final de la Copa de Europa en 1986 y futuro escenario de la final de la Europa League en mayo de 2022, es también el talismán de la selección española, que ha sumado 20 victorias y cinco empates en 25 encuentros y sigue invicta en la casa del Sevilla FC, que en estas seis décadas ha sido remodelada en varias ocasiones para ir adaptándose al paso del tiempo.   

Según explica el área de historia del Sevilla FC, "la idea de su construcción se había planteado dos décadas antes, momento en que se negocia la compra en propiedad del campo de Nervión y un solar anexo donde se construiría el nuevo estadio, siendo presidente Ramón Sánchez-Pizjuán, principal valedor del proyecto". Así, en 1954 el club convoca un concurso de ideas que ganó Manuel Muñoz Monasterio, quien antes había levantado años el Santiago Bernabeu y Mestalla.

La propuesta aprobada consistía en un estadio con capacidad para 70.329 espectadores. Por desgracia, el fallecimiento repentino del presidente Sánchez-Pizjuán en 1956 le impidió ver realizado el sueño de su vida. El estadio, que llevaría su nombre, se inauguró inconcluso, a falta de la grada alta de los Goles y de parte de Preferencia, que no estuvo levantada hasta la 58/59. Un año más tarde, en 1960 se jugó el primer partido con iluminación artificial contra el Bayern de Munich, pero hasta 1975 no se remataron las tribunas superiores de los Goles.

En 1982, la legislación le obliga a reducir su capacidad a 66.000 espectadores, remodelándose además gran parte del estadio para acoger una semifinal de la Copa del Mundo, concretamente el Francia-Alemania. Algunas de las intervenciones realizadas fueron la retirada de vallas, la construcción del foso, la instalación de la visera de Preferencia y la construcción del mosaico de la fachada de Preferencia -obra de Santiago del Campo-.

El 21 de abril de 1986 el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán acoge la final de la Copa de Europa entre el FC Barcelona y el Steaua de Bucarest. Ya en los años 90, la UEFA impone un decreto por el cual todos los campos deben tener todas sus localidades de asiento, quedando nuevamente reducida la capacidad del estadio del Sevilla FC hasta unas 43.000 localidades.

En 2015 se iniciaron unas nuevas obras de remodelación integral del Sánchez-Pizjuán y que se extienden hasta el día de hoy. "Sustitución de color de los asientos, recubrimiento exterior de la fachada con una piel metálica y LEDs, renovación de ambigús y aseos, instalación de dos nuevos video marcadores, remplazamiento de las vallas de separación por vidrios, renovación del vestuario visitante y de árbitros, o la ampliación de aforo de la grada baja de fondo" son algunas de las actuaciones resaltadas por el Sevilla FC.