Hoy no es un día cualquiera. Hoy hace catorce años que el corazón del
Sevilla FC dejó de latir y
Antonio Puerta se convirtió en el alma de este club.
Nervión, como todos los años, recuerda a aquel jugador que dejó huella y que nunca ha acabado de irse ni probablemente se irá. Él y
José Antonio Reyes siguen ayudando desde donde estén a que su
Sevilla FC sea más grande.
En su memoria,
manteniendo de esta manera el recuerdo intacto del canterano sevillista, la plantilla del
Sevilla FC realizó el pasado miércoles la tradicional ofrenda floral al encontrarse en el día del aniversario de su pérdida en tierras alicantinas. Una ofrenda en la que también estuvieron presentes el
presidente José Castro, el vicepresidente José María del Nido Carrasco, así como el director general deportivo, Monchi.A manos del presidente y de Jesús Navas,
amigo y excompañero de la leyenda sevillista, fue depositado un ramo de flores en la estatua que el futbolista del barrio de Nervión tiene en su honor en la
Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios.
Con sus 23 años estaba llamado a marcar una época, había marcado el gol más histórico del
Sevilla FC ante el
Schalke 04 y su club vivía el mejor momento de su historia. De hecho, estaba a un paso de rematar su primera presencia en la fase de grupos de la
Champions League. Justo en la previa de ese partido,
con el plantel ya en Atenas para enfrentarse al AEK, llegó el mazazo, la triste noticia de su muerte.
Aquel
Sevilla FC de los
Dani Alves, Kanouté, Luis Fabiano, Navas, Poulsen... no sólo se metería en esa
Champions League sino que dos días después del entierro de
Puerta plantaría cara al
Milan de
Kaká en la lucha por la
Supercopa de Europa, donde sus compañeros pudieron dedicarle un gol al que hasta hacía apenas unas horas estaba junto a ellos.