El
Sevilla FC 21/22 arranca este fin de semana con un amistoso ante el Coventry, primera piedra de toque de un equipo que se ha convertido en
todo un habitual en Europa y del que medio planeta conoce ya su
insistente costumbre en reescribir la historia. Será la decimosexta temporada en el Viejo Continente en las últimas 17 campañas de un club que hasta 2003 sólo había jugado ocho veces en toda su historia allende las fronteras españolas. Dicho logro sólo lo superan en LaLiga los todopoderosos
Real Madrid y FC Barcelona, refrendando a los blanquirrojos como el tercer equipo español con más participaciones en el Viejo Continente en el siglo XXI por delante de otros conjuntos laureados como
Atlético de Madrid, Valencia o Villarreal.
En este tiempo, el Sevilla ha hecho historia con
seis títulos de 'su' Europa League y con
una Supercopa. Ha alcanzado los
cuartos de final de la Champions League, su techo en la máxima competición continental. Y quizás lo que más valoren de puertas adentro en el Sánchez-Pizjuán: ha demostrado una gran capacidad para
superar las decepciones, que también las ha habido. Sin ir más lejos, la de
Praga hace dos años o, en menor medida por la entidad del rival, la eliminatoria de octavos de la Liga de Campeones 20/21 ante el
Borussia de Dortmund de Haaland.
Pero
para vivir tantos días felices y otros más amargos entre la elite continental, primero ha tenido que
hacerse fuerte en LaLiga. El año pasado llegó a
soñar despierto con el segundo título de su historia. Y ahora nadie se conforma ya con el espectacular registro de ser
cuarto en los dos últimos cursos.
Dos novenos puestos (uno lo dejó fuera de Europa, en la 12/13, y otro le llevó a ganar la tercera UEL por las sanciones a Málaga y Rayo) han sido el
suelo de un equipo que, con Monchi de vuelta, como él mismo ha destacado, quiere incluso elevar ese listón y ya se prepara para escribir otra página en su historia.