Se espera que este verano
haya movimientos en la delantera sevillista, primero porque no se cubrió en enero la salida de
Carlos Fernández y segundo porque
llegarán ofertas suculentas por En-Nesyri y no se descarta ni su venta ni la de otro ariete. Ya informó ED en su momento que en realación a la vacante dejada por el canterano
Monchi ya ha avanzado la incorporación de un delantero en condiciones ventajosas, posiblemente con la carta de libertad.
Además, el director general
rastrea ya las posibilidades que ofrece el mercado de cara a cubrirse las espaldas por si se produce algún traspaso y ya cuenta con una
lista que arrastra de hace tiempo y a la que
va añadiendo opciones que interesan. Uno de los nombres que maneja es el
Sardar Azmoun, ariete de origen iraní de 26 años que milita en el
Zenit de San Petersburgo desde el invierno de 2019.
Se trata de un ariete espigado (186 cms) que cuadra en el perfil que se mira en Nervión y que
se encuentra en un magnífico estado de forma, como refleja los
13 goles en 24 partidos que lleva en este curso, siete de ellos en los últimos siete partidos.
Tasado en 23 millones de euros por Transfermarkt,
en condiciones normales estaría lejos ahora del margen de acción del Sevilla, por la poderosa competencia y el precio que podría exigir el Zenit, pero
se dan una serie de circunstancias que lo pueden poner a tiro del Sevilla. Y es que, en primer lugar,
en verano entrará en su último año de contrato, lo que le quita peso al Zenit a la hora de negociar, pues será la última oportunidad de hacer caja con su traspaso.
Y segundo, porque
el internacional iraní tiene intención de poner fin a su etapa en el equipo ruso y probar en una liga y en un equipo más importante, escenario en el que, sin duda, tiene cabida el Sevilla. Monchi está muy atento a lo que pueda ocurrir.