El partido de vuelta de las
semifinales de la Copa del Rey que enfrentará este miércoles al
FC Barcelona y al
Sevilla FC ya ha comenzado. Y lo ha hecho a la vieja usanza. Con finos dardos cruzados de los protagonistas,
con Monchi llamando "llorón" a Koeman después de su teoría de la conpiración contra los culés de hace unas semanas;
Julen Lopetegui y
Joan Jordán resaltando la
polémica; Gerard
Piqué poniendo el acento en que este Barça es muy distinto al de la ida (2-0)... Y con
total oscurantismo de lo que ocurre en las
enfermerías de uno y otro equipo.
El propio
Piqué y Araujo andan entre algodones para la lucha por la final de Copa, pero poco o nada se ha informado de su estado real. El Barcelona sólo ha ofrecido detalles de la
lesión de Pedri, que estará de baja dos semanas tras pedir el cambio por unas molestias en el duelo liguero del pasado sábado en el Sánchez-Pizjuán. No obstante, para
misterio, el
milagro que preparan con
sigilo en Nervión con Lucas
Ocampos y Marcos
Acuña.
Los internacionales argentinos, que han sido baja por lesión en las últimas semanas,
apuran plazos en la recuperación de sus dolencias, aunque
aún puede ser pronto para que
vuelvan a la convocatoria que el entrenador del Sevilla FC, Julen Lopetegui, elegirá para el partido del miércoles en el Camp Nou ante el Barcelona.
El
lateral izquierdo Marcos Acuña se retiró aquejado de una
rotura fibrilar en el muslo izquierdo hace justo un mes, el pasado
30 de enero en Eibar, y su reincorporación al grupo será progresiva, ya que el cuerpo técnico
no quiere precipitar su vuelta a los terrenos de juego debido a su largo historial de lesiones musculares.
El
extremo Lucas Ocampos, por su parte, sufrió un
esguince grado II en el tobillo izquierdo el 6 de febrero ante el Getafe, a resultas de una entrada del defensor togolés
Djené Dakonam, y el primer pronóstico sobre la duración de baja apuntaba a
unas seis semanas.
Sin embargo,
Ocampos ha evolucionado de forma muy favorable, abandonó las muletas hace ya diez días y ha realizado un trabajo de refuerzo de la articulación dañada que podría permitirle acortar los plazos inicialmente previstos, según han informado fuentes médicas a la
agencia EFE.
Hace unas horas se filtraban noticias que apuntaban a que el de Quilmes estaba
casi descartado para la cita en el
Camp Nou a pesar de sus
esfuerzos para llegar. Este lunes, las
informaciones apuntan en otra dirección. Lo único claro aquí son dos cosas. Una es que el Sevilla FC sólo tirará de ellos si hay garantías, pues no va a forzarles en medio de un calendario con Dortmund, el derbi... La segunda, que a día de hoy nadie puede garantizar si estarán o no el miércoles.
Y esa duda también la tienen en el Barcelona.
Objetivo cumplido, pues. El Barça-Sevilla ya ha comenzado.