Sufrida, trabajada. Así fue la victoria del Sevilla FC en los cuartos de final de la Copa del Rey ante un rival de inferior categoría, pero no de menor nivel sobre el campo. Y es que este Almería bien podría jugar en la Primera división epañola sin pasar demasiados apuros. Debutó el Papu, pero el baile, el ritmo, lo puso Suso, quien saltó al terreno de juego en la segunda mitad en lugar del argentino.
El gaditano es, quizá, el hombre más en forma del Sevilla FC en este momento. Y con él, el equipo de Lopetegui fue otro sobre el verde. Se resistió el gol, obra de Ocampos, pero este Sevilla FC parece no tener techo. Ya lo decía Monchi durante la previa; no iba de farol: 'Es otra final. Queremos la Copa'. Y van a por ella. Ya son los primeros semifinalistas.
Al descanso con el susto en el cuerpo
Un error de Bono justo antes del descanso fue, quizá, la oportunidad más clara para ambos equipos durante los primeros 45 minutos. El arquero marroquí abandonó su área para ayudar a la pareja de centrales sevillista. Se confió y tocó con la puntera el balón, entregándoselo a Ramazani. Sin portero bajo palos, éste la acabó mandando fuera.
Hasta ese momento, control prácticamente total del partido de un Sevilla FC que salió lanzado al ataque desde el pitido inicial. Con una presión muy adelantada y la defensa plantada en el centro del campo, los de Julen Lopetegui se hicieron con el control del esférico ante un Almería que tampoco desmereció.
La diferencia de categoría entre los equipos no fue patente durante la primera mitad, a pesar de llegar los de Nervión hasta en dos ocasiones al arco rival durante los primeros seis minutos de juego por medio de Aleix Vidal. Y es que los laterales, de circunstancia, ante las ausencias de Navas, tocado, y de Acuña, lesionado, le dieron profundidad al juego sevillista. Especialmente el sustituto de Navas, un Aleix Vidal que llegó a fondo y que generó peligro. Rekik, por la izquierda, también cumplió, entendiéndose bien con un Papu Gómez que debutaba como sevillista y que dio muestras de por qué lo ha fichado Monchi. Por la izquierda, el ex del Atalanta lideró el peligro sevillista durante los primeros compases de partido, siendo más prolífero por entonces ese costado sevillista. Destellos de calidad y cambios de ritmo que generaron peligro al rival.
No sería hasta el ecuador de la primera mitad cuando el Almería consiguiera desperezarse tímidamente, llegando la primera llegada en el 23': un tiro lejano de Akieme. Ramazani, poco después, lo intentaría de nuevo.
Sin demasiado peligro, los de Lopetegui volvieron a hacerse poco a poco con el control del partido, siendo absolutamente dominadores. El error de Bono en los estertores del primer tiempo, sin embargo, sería aquello que pondría el corazón en un puño al técnico sevillista. Por suerte para los blanquirrojos, Ramazani acabaría echando el balón fuera y el árbitro pitaría el tiempo de descanso poco después.
Costó abrir la lata
En el descanso, Lopetegui dio entrada a Munir por Gudelj, cambiando el dibujo del Sevilla FC. Fernando retrasó su posición a la vez que los de Nervión acumularon hombres por el centro, con el Papu y Rakitic conectando al ataque formado por De Jong y Munir.
No le gustaba al técnico vasco lo que veía, llevando más peligro las ocasiones almerienses, por lo que Suso y En-Nesyri suplieron al Papu y De Jong. Los cambios, especialmente la entrada del gaditano, dieron otro aire al Sevilla, que ya había avisado antes con un cabezazo de Koundé al larguero tras botar el Papu un córner.
El 0-1 llegaría en el 67' por medio de Ocampos. Córner en corto que acaba peinando el argentino y se va al palo largo, fuera del alcance de Fernando. Se adelantó el Sevilla y José Gomes tiró de banquillo, dando entrada a sus dos máximos goleadores: Sadiq y Corpas.
No le perdía la cara el conjunto almeriense al partido, aunque los de Nervión, poco a poco, fueron llevando mayor peligro. En-Nesyri, Suso, desde lejos; Jordán, que suplió a Ocampos... En los minutos finales, y con el Almería volcando buscando el empate, Lopetegui exigió lo máximo de los suyos en labores defensivas. Un ímpetu desde la banda que, incluso, le costó la amarilla al técnico sevillista.
Pitido final y un trabajado triunfo que convierte al Sevilla FC en el primer dueño de una plaza en el sorteo del próximo viernes. Este Sevilla FC quiere la Copa.
Calienta el Sevilla FC sobre el césped.
Alejandro Sáez8 min lectura