Triunfo vital del
Sevilla FC, que reaccionó a la mala imagen del derbi pasando de ronda en Copa ante el Linares y, en lo referente a
LaLiga, con un vibrante intercambio de golpes con la
Real Sociedad que resultó exitoso merced a la pegada de
En-Nesyri, al que le salió todo este sábado. La defensa siguió
flaqueando, especialmente a balón parado, pero, al menos, los nervionenses impusieron su pujanza arriba para dar caza a un rival directo por la zona
Champions... con tres jornadas menos disputadas.
Arrancó
eléctrico el encuentro, con ambos equipos
acelerados y con la intensidad por bandera, lo que brindó un rápido
intercambio de golpes que se tradujo en tres goles prácticamente consecutivos en apenas siete minutos. Así, tras sendos avisos forzados de Isak y
En-Nesyri, el internacional maroquí abrió el marcador a puerta vacía, después de una salida en falso de
Álex Remiro que permitió a
Fernando tocarla de puntera para el tanto de ex del Leganés.
Duraría muy poco la
alegría en Nervión, ya que una inexplicable cesión de
Diego Carlos, agobiado por un rival, sorprendió a
Bono y se convirtió en el empate, momentáneo ante la respuesta de En-Nesyri en la siguiente acción: Sagnan bloquea su pase a Jordán, que le cae de nuevo para que el '15' regatee a
Zubeldia y resuelva perfectamente el mano a mano. Un inicio de auténtica
locura en el que las defensas se mostraron frágiles. Porque no pararía ahí el desbarajuste, pues
Isak remachaba solo en el segundo palo un córner antes del cuarto de hora que se paseó por el área local sin que nadie despejara.
Si bien el choque seguía siendo indescifrable, los donostiarras parecían tener el mando a partir del
2-2, hasta el punto de que
Guridi tuvo el tercero, tras dejada de
Portu, aunque Bono respondió con una gran
intervención. El achique foráneo resultaba eficaz y generaba una llegada tras otra, aunque el
Sevilla trató de sacudirse el dominio de encima. Al menos, se tranquilizaron un poco las cosas sobre el césped del Sánchez-Pizjuán, con ambas escuadras más aplicadas en la resta para evitar tantos
sustos.
Joan Jordán, con un derechazo desde lejos que despejó
Remiro, y Bono, adelantándose a Portu en un balón filtrado por Isak, protagonizaron los siguientes acercamientos, que dejaban bien claro que, pese a la pausa para la
reflexión, nadie se conformaba con el
empate. De nuevo,
En-Nesyri se coló entre los centrales realistas para buscar el mano a mano con el meta easonense, que acertó esta vez a abortar la oportunidad que olía a
3-2 cumplida la media hora. Se habían adelantado líneas para estrechar
espacios, lo que aumentaba los robos y las imprecisiones, pero también alargaba los huecos a la espalda de las respectivas retaguardias.
A nueve del intermedio, Jordán pidió
penalti por derribo de Sagnan dentro del área, pero
Alberola Rojas, muy cerca, desechó pitar penalti. El propio central francés estuvo cerca de sorprender a
Bono con un zurdazo lejano que se sacó de encima como pudo el meta norteafricano. A renglón seguido, Isak, algo
forzado, cabeceaba alto a pase de Zubimendi. El juego se endureció un tanto en la recta
final del primer tiempo, saldado ya sin más contingencias, pues la
falta directa de
Rakitic sobre la bocina se marchó arriba.
La segunda mitad comenzaría
igual que el choque en sí, pues un error en la salida de
Mikel Merino fue aprovechado por
Navas, ayudado por otros compañeros en la presión, para robar el balón y asistir a Ocampos, que la puso al corazón del área para que
En-Nesyri, de espuela, remachase a la red entre las piernas de Zubeldia. A renglón seguido, se piden unas manos en el área de Jordán que Alberola, tras consultar al
VAR, considera involuntarias. Había reiniciado mejor la contienda el Sevilla, como demostró
Suso, bloqueado en su tiro a bocajarro a los ocho minutos.
Imanol Alguacil buscó más pegada metiendo a
Barrenetxea por Guridi, aunque la iniciativa seguía siendo nervionense. Los de
Lopetegui dominaban el juego, el marcador y otros apartados igualmente importantes, pues se adelantaban las más de las veces en los
cruces. Buscó el póquer En-Nesyri con un zurdazo de primeras en posición franca que se marcharía muy alto. No variaban las
sensaciones en absoluto, para regocijo de los blanquirrojos, que se habían puesto por tercera vez por delante este sábado.
De hecho, lesión muscular de
Navas mediante, los anfitriones no tuvieron reparos, como de costumbre, en entregar al rival el balón para
parapetarse en busca de una sentencia al
contragolpe. Portu, solo en el segundo palo como Isak en el 2-2, remató cerca del ángulo en el 72, mientras que Isak cruzó en exceso un minuto más tarde. Comenzaba a llegar con más nitidez la Real, de momento sin consecuencias. De hecho, el plan estuvo a punto de salir de dulce a continuación, pues
En-Nesyri encontró a
Suso, si bien Remiro tocó lo justo en el uno contra uno para desviar a córner.
Sin embargo, no estaba todo dicho, pues los donostiarras asustaban a balón parado, con
Bono como colaborador inoportuno. Un error por alto del marroquí permitió a Isak ponerla en el segundo palo para que
Koundé salvara bajo palos ante el testarazo de
Mikel Merino. Trató de serenar el Sevilla el epílogo teniendo algo más la pelota y, a ser posible, finalizando jugada, como
Ocampos en el 87 y De Jong en el alargue, aunque volvieron a estrellarse en el meta realista. No ocurrió nada más reseñable, con lo que los importantísimos tres puntos se quedaron en
Nervión.
FICHA TÉCNICA.-
Sevilla FC: Bono; Jesús Navas (Aleix Vidal 70'), Koundé, Diego Carlos, Acuña; Fernando, Joan Jordán, Rakitic (Óscar Rodríguez 84'); Suso (Munir 84'), Ocampos (Franco Vázquez 89') y En-Nesyri (De Jong 89').
Real Sociedad: Álex Remiro; Gorosabel, Zubeldia, Sagnan (Le Normand 46'), Aihen Muñoz; Zubimendi, Guridi (Barrenetxea 56'), Mikel Merino; Portu (Roberto López 78'), Oyarzabal (Januzaj 78') e Isak.
Árbitro: Alberola Rojas (castellano-manchego). Amarillas a los visitantes Aihen Muñoz, Sagnan y Guridi.
Goles: 1-0 (4') En-Nesyri;
1-1 (5') Diego Carlos, en propia puerta;
2-1 (7') En-Nesyri;
2-2 (14') Isak;
3-2 (46') En-Nesyri.
Incidencias: Partido de la jornada 18ª de LaLiga, disputado a puerta cerrada en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán de Sevilla.