Ibrahim
Amadou recaló en Nervión en tiempos de Caparrós como director deportivo y su llegada supuso un elevado desembolso de
15 millones de euros que no se correspondieron con el nivel exhibido por el camerunés. De hecho, con la llegada de Monchi, el verano siguiente comenzó el
carrusel de cesiones, que primero le llevaron al Norwich y después, en la misma temporada, al Leganés, donde permaneció en la 19/20.
Sin sitio en el Sánchez-Pizjuán con Lopetegui,
este verano ha salido nuevamente a préstamo, en esta ocasión de vuelta a la Ligue 1 francesa, más concretamente al
Angers, decisión acertada en función del rendimiento ofrecido por el centrocampista. De hecho, desde que llegó fue
titular indiscutible y sólo ha perdido protagonismo debido a
una lesión que lo ha mantenido alejado de los terrenos de juego durante cuatro partidos en el mes de diciembre.
Hasta el momento de la lesión, periodistas galos como Cyril Olives, de L'equipe, destacan el rendimiento ofrecido por Amadou,
con actuaciones "muy interesantes" que recuerdan a su mejor versión en el Lille. El pasado 6 de enero reapareció una vez recuperado de su lesión, precisamente contra su ex equipo y disputó 10 minutos.
Con él en el campo,
el Angers sólo ha perdido dos partidos de ocho y suma cinco triunfos, mientras que en su ausencia sólo ha ganado un partido y sumado 5 puntos de 12 posibles. Su equipo está luchando por Europa y se le considera una pieza clave en el centro del campo.
Por ende, si tras la lesión recupera el nivel exhibido hasta ese momento y el Angers se mantiene en la zona media-alta, Amadou se revalorizará y
puede dar una alegría en forma de traspaso en Nervión, donde ya apenas contaban con hacer algo de caja con el camerunés.