Pineda, Prieto, Unzué, Martagón y sus anécdotas con Maradona en el Sevilla FC

Pineda, Prieto, Unzué, Martagón y sus anécdotas con Maradona en el Sevilla FC
Pineda, Prieto, Unzué, Martagón y sus anécdotas con Maradona en el Sevilla FC - F. M.
Fernando MateosFernando Mateos 6 min lectura
El adiós de Diego Armando Maradona ha dejado un gran vacío en todos los amantes al fútbol. En el Sevilla FC, uno de los seis clubes en los que militó, recuerdan su figura y se muestran orgulloso por formar parte de su leyenda. Han pasado 28 años desde que el '10' arribase a Nervión de la mano de Bilardo y bajo la presidencia de Luis Cuervas. No dejó títulos ni nada parecido, pero sí una profunda huella que hoy rememoran quienes tuvieron la suerte de compartir vestuario con él.

Como uno de los máximos exponentes del club en la actualidad, Monchi ha salido a la palestra para dejar muy claro lo que era Maradona más allá del fútbol. Así se lo ha explicado a sus propios jugadores en una emotiva charla durante el entrenamiento. Pero no es el único que se queda con todo lo bueno que dejó el astro argentino.

"Es un día triste porque se ha ido alguien muy especial, muy diferente, que entendía la vida y el fútbol de manera distinta. A todos aquellos que lo conocimos nos ha dejado mucha huella", ha asegurado José Miguel Prieto, que rememora el gran cambio que supuso en sus vidas la llegada de Maradona a Nervión: "El equipo no estaba en el escaparate del mundo del fútbol. Nosotros éramos un equipo de mitad de la tabla que luchaba por estar en UEFA, éramos un buen club pero Maradona nos puso en el escaparate mundial, por lo que para nosotros fue el primer choque con lo que es el deporte de elite. Te das cuenta de que hay un antes y un después para todos nosotros con Maradona y, además, el Sevilla FC pasó a ser importante".

"Todo el mundo tenía muchas expectativas de cómo iba a ser, pero era una persona muy normal, muy humilde, muy generosa. Una cosa era Diego y otra el personaje de Maradona, son dos situaciones totalmente diferentes. Cuando convives con Diego te das cuenta que ser Maradona es muy difícil. Él no tenía nunca un momento de relax en el que pudiera disfrutar de nada, era muy complicado ser Maradona y eso, año tras año desde que tienes 17 años hasta que murió ayer, es muy complicado", destacaba el que fuese central sevillista en los noventa.

Pero si hubo algún jugador de aquel Sevilla FC que vivió una relación especial con el 'Pelusa', ese fue Pineda, el gran protegido de Maradona, enamorado de la calidad del cordobés. "De Maradona resalto la grandeza que tenía como persona. Él decía que me quería tener cerca a la hora de jugar, para que le diera y filtrara balones. Hablaba maravillas de mí, que no había visto un futbolista así", ha señalado el centrocampista en los medios oficiales del Levante, donde ejerce como ayudante de Tevenet en su filial.

"No hay día que no me acuerde de él y más ahora con este terrible desenlace. En un partido contra el Burgos recuerdo que Maradona fue cambiado y el que entraba era yo. Salía con una bronca que no veas, echando leches sobre Bilardo, y no me dio la mano. Al día siguiente en el entrenamiento tuvo la grandeza de pedirme disculpas delante de todo el mundo", añadió un Pineda que vivió momentos "inolvidables" junto al argentino, destacando de "el gran compañero que siempre ha sido".

Y es que, como es lógico, Maradona era el centro de atención de toda aquella plantilla, cuyos componentes disfrutaron de una temporada que jamás podrán olvidar. "Nos juntábamos casi todos en su habitación para hacerle preguntas y las respondía absolutamente todas, las futbolísticas y las personales. Era muy consciente de que había cometido errores desde muy joven y nos decía que no quería que cometiésemos sus mismos errores", confesó en la Ser el ex meta Juan Carlos Unzué, otro de los ex compañeros del 'D10S' que tan profunda huella dejó en Nervión.

También Juan Martagón, hoy delegado del club sevillsta, se ha referido a la figura de Maradona en los medios oficiales de la entidad y ha recordado cómo era enfrentarse a él en los entrenamientos: "Una de las cosas que más llamaban la atención es que siempre entrenaba con los cordones desabrochados, que eran súper largos en aquella época. Cuando nos tocaban pachanguitas yo lo puteaba pisándole los cordones, para que no arrancase. Pero él no se los pisaba nunca. Era increíble. También recuerdo ese primer día que él llega. Cogió una botellita de plástico, pisándole por el tapón, y la metió de tacón en la papelera. Nos quedamos boquiabiertos", recordó.