El mundo de la dirección deportiva y el de la inversión bursátil, polos opuestos en apariencia, están más cercanos de lo que puede parecer: ambos se basan es comprar, bien jugadores o bien acciones de empresas, por un precio menor del que realmente tienen, según el
analista financiero Luis García Álvarez."Los directores deportivos lo que quieren hacer es comprar jugadores por debajo de lo que realmente valen, y es lo mismo que intento hacer yo en mi trabajo, comprar acciones de compañías pagando un precio menor de lo que valen esos negocios", asegura a EFE este gestor de fondos de inversión, que desarrolla estas semejanzas en el
libro 'Inversión y deporte' (Ediciones Pirámide).Si en el ámbito bursátil se ha escrito mucho sobre la metodología para hacer realidad el dicho popular de "comprar duros a cuatro pesetas", este ejecutivo de Mapfre y apasionado del deporte se sorprende de que en el deporte no se haya escrito más sobre el método que hay detrás de una buena política de fichajes.
Porque hay un método, asegura García Álvarez, representado por directores deportivos como Ramón Rodríguez
'Monchi' (Sevilla) o Víctor Orta (Leeds). "Ellos siguen criterios muy similares a los que explica Warren Buffet para la inversión bursátil", añade.
"Primero tiene que venir el proceso, las ideas, luego elegirás los activos, que pueden ser jugadores o pueden ser acciones. A continuación, es importante la gestión de las emociones y la orientación a largo plazo: al inversor en Bolsa, igual que a un director deportivo, no se le puede pedir ganar el día uno. Pero en ninguno de los dos mundos la paciencia es algo habitual", añade.
El fútbol, por delante de la inversión en algunas tecnologías
En los dos sectores, además, se añade la dificultad de que los competidores cuentan con cada vez más datos. "Cada día hay más analistas financieros, y también más personas que hacen 'scouting' (ojeadores)", apunta García.
Aunque pueda parecer paradójico, la explosión de la tecnología, por ejemplo en el uso de datos masivos ('big data') o la inteligencia artificial, está siendo mejor aprovechada por el fútbol que por el sector de la inversión, aún muy vinculado a análisis fundamental con métodos tradicionales, según el analista financiero.
"Cada vez hay más clubes que utilizan inteligencia artificial, que les da un información muy valiosa y reduce la incertidumbre al fichar, pero no la elimina. En esa manera de usar la ayuda de la tecnología, en la inversión en Bolsa en España estamos aún en pañales, y yo creo que será la fórmula ganadora", asegura.
Con la industria del fútbol, como muchos sectores económicos, tocados por la pandemia de coronavirus que impide la presencia de espectadores y reduce los ingresos por entradas y abonos, ¿es un buen territorio para invertir? Para Luis García Álvarez es un sector "totalmente rentable".
"De hecho, algunas tendencias positivas como contar con inversores y gestores más cualificados, digitalización, buscar ingresos más allá de lo físico... Todas esas cosas se han acelerado y los precios son más bajos", asegura el gestor de fondos de inversión.
Una alineación de 'primeras espadas'
Para explicar las similitudes y diferencias de la inversión y el deporte, García Álvarez se rodea en el libro de un equipo de "primeros espadas" que incluye al centrocampista del Marbella Esteban Granero, consejero delegado de la empresa de inteligencia artificial Olocip; al portero del Rayo Vallecano Alberto García, que escribe sobre el aspecto humano; e inversores de entidades como ESADE, Telefónica, y gestoras de fondos como Cobas AM y Horos AM.
El prólogo del libro corre a cargo del doble campeón del mundo de fútbol sala Julio García Mera, que asegura a EFE que le hubiera venido muy bien haber leído algo similar cuando era director deportivo del Inter Movistar.
"En España en general los directores deportivos no tenemos buena base económica, es algo que se deja de lado", explica Garcia Mera, que ve el deporte "cada vez más profesionalizado" en temas como psicología o marketing, así como la planificación financiera, un aspecto cada vez más importante para los jugadores.
El volumen tiene un propósito formativo no solo en su contenido, sino también en el destino de sus beneficios, que se emplearán en apoyar dos organizaciones humanitarias: 'Hagamos Sonreir', que regenta un colegio en Lago Verde, localidad del estadio brasileño de Maranhao, al norte del país, y 'Open Value Foundation', que da cursos de formación financiera para escolares en España