Sevilla FC 0-1 Eibar: Quien avisa no es traidor

 

Con el pitido inicial, el Sevilla FC intentó llevar la iniciativa mientras que el Eibar no dejaba pasar a los de Lopetegui del centro del campo. El conjunto armero cerraba bien las bandas, impidiendo que Navas pudiera progresar con la suya. Los de Mendilibar ponían intensidad a su juego, disputando un balón que, tímidamente, era propiedad del Sevilla FC. La primera llegada nervionense no llegaría hasta el cuarto de hora, cuando Oliveira sacaba un balón de Navas que En-Nesyri se disponía ya a cabecear. 

La respuesta armera llegaría cinco minutos después, con una derechazo de Arbilla que saldría ajustada al palo de Tomas Vaclik. Más tarde, en el 24', Pozo metía un balón al palo largo que Navas tuvo que sacar como pudo, ante la presión de Inui en el área. El Eibar apretaba tras unos instantes de igualdad y daba muestras de lo que se avecinaba antes del descanso. Media hora de partido y el conjunto armero parecía ser el equipo que más ocasiones de cierto peligro acumulaba, como un lanzamiento de Inui desde la izquierda que atrapaba Vaclik sin excesivos inconvenientes. 

Pese a ello, El Sevilla FC temporizaba el juego, dirigiendo Óliver el fútbol blanquirrojo. Así, llegaría un tiro lejano de Munir desde la frontal del área que Dmitrovic acabaría salvando bajo palos y que bien pudo ser el 1-0 para el Sevilla FC. Los de Lopetegui subían poco a poco sus prestaciones, buscando la portería rival; aunque sin conseguirlo.

Tocaba y tocaba el Sevilla FC, al que le costaba ir avanzando ante las líneas formadas por Mendilibar. Los nervionenses llevaban la iniciativa, pero no finalizaban; como un tiro lejano y desviado de Óscar que se marchó demasiado lejos. Poco más de cinco minutos para el descanso y ninguno de los dos equipos era capaz de ver portería hasta el momento.

Kike García, en cambio, cambiaría ese sino en el 41' recibiendo un pase filtrado de Diop que definió a las mil maravillas en el área, por arriba, ante la salida de Vaclik. No era fuera de juego. 0-1 y un auténtico jarro de agua fría para los de Lopetegui, que se marchaban al descanso por debajo en el marcador. Con iniciativa, pero sin brillo y con bastantes dificultades a la hora de avanzar. Ahora, también, con el marcador en contra. Lopetegui ya lo había avisado...
 

Tras el descanso, Lopetegui quiso agitar a su equipo, dándole entrada a Ocampos, por Sergi Gómez. El argentino acabó con molestias el partido ante el Chelsea, pero las exigencias del guion requerían un nuevo aire. El cambio trajo consigo un nuevo dibujo, pasando a jugar Lopetegui con Munir y En-Nesyri en punta, mientras que Óscar Rodríguez partía por detrás. Toda la banda quedaba para Navas. El hueco dejado por Sergi Gómez en el centro de la zaga era ocupado por Gudelj, quedándose el Sevilla FC sin pivote defensivo natural. Rakitic pasaba a ocuparse de ello, mientras que Óliver guiaría el juego.

Y casi lo consigue Lopetegui, llegando una ocasión muy clara para En-Nesyri (50'). Balón filtrado de Navas que el internacional marroquí remata en el área con su pierna mala... A las nubes. El Sevilla FC se instalaba en el balcón del área rival y las ocasiones se iban sucediendo a favor blanquirroja, siendo Munir el que más lo intentaba. Óscar Rodríguez, con un lanzamiento que se marcharía fuera, sería quien lo buscaría a la hora de partido. 

Con el Sevilla FC volcado al ataque, Mendilibar quiso reestructurar a su equipo, dando entrada a otro delantero y dejando las alas para Bryan Gil e Inui. Una clara intención con la que intentar aprovechar alguna y matar a la contra. Un tramo final del partido en el que ambos entrenadores se lanzaron de cabeza a por el encuentro, refrescando Lopetegui a los suyos con Carlos Fernández, que sustituyó a un gris En-Nesyri, y buscando la creatividad de Suso, en lugar de Óscar. Con el Sevilla FC en busca del empate, el técnico armero prefirió reforzar su zona ancha, quitando a un delantero. El Eibar se disponía a defender la ventaja y Lopetegui tiraba de artillería: De Jong y Mudo Vázquez, por Munir y Rakitic.

Óliver pasaba a ser el ancla de un Sevilla FC con todo su poderío ofensivo sobre el campo, en busca del empate. Algo que en el tiempo añadido no consiguió ni Carlos Fernández, con un remate en el área, ni Ocampos, en un saque de esquina que se fue fuera por poco. El reloj marcaba el fin y el Eibar, con el gol de Kike, ganaba un partido en el que llevó al Sevilla FC al límite, como bien aventuraba Lopetegui durante la previa del encuentro en el Sánchez-Pizjuán. Dos derrotas consecutivas en LaLiga (Granada y Eibar) y las miradas ya puestas en el Rennes, el miércoles en Champions. Quien avisa no es traidor...