El
Sevilla Atlético ha sufrido una profunda remodelación. Se han marchado piezas importantes, como el capitán
Mena, fichando por el Banik Ostrava checo, o
Berrocal y
Genaro por el Mirandés. Otro de los puntales que han emigrado ha sido el prometedor José Alonso
Lara. El canterano, una de las grandes perlas de la Carretera de Utrera,
fue cedido al histórico Deportivo de La Coruña, que esta temporada milita en Segunda B, equipo en el que ha tardado poco tiempo en convencer.
"Es un éxito que el Sevilla, teniendo ofertas de Segunda, considere que este es el sitio idóneo para él. Por eso hemos hecho una excepción de que en caso de ascenso continúe en el club. Es interesante para el Dépor", aseguró Richard Barral, director deportivo blanquiazul en una rueda de prensa telématica. Por ahora, el canterano nervionense está cedido por una temporada sin opción de compra.
El conjunto dirigido por
Fernando Vázquez está obligado a ascender y la cesión de Lara es la única en una plantilla llamada a recuperar la categoría perdida. El sevillano está convenciendo en Riazor, destacando en los amistosos disputados. En tierras gallegas coincide también con el meta colombiano
Lucho García, compañero suyo en el Sevilla Atlético las últimas campañas.
El Sevilla confía en que Lara, pese a continuar jugando en Segunda B, dé un salto competitivo dada la exigencia de un equipo como el Deportivo. La pasada temporada, superadas unas molestias musculares, contabilizó 19 encuentros, anotó tres goles y repartió cuatro asistencias.
El extremo diestro se trata de una de las más firmes promesas de la cantera, llegando a jugar en Segunda en la 17/18 con el filial (22 partidos y dos goles), temporada en la que
Joaquín Caparrós le hizo debutar con el primer equipo frente al Alavés en la jornada 38.