Estuvo muy cerca de dar un golpe en la mesa.
Hizo méritos para vencer. Y aunque el punto no es ni mucho menos malo, porque no está muy acostumbrado el Sevilla FC a sacar algo positivo de escenarios como el Camp Nou, queda la sensación de que
los de Lopetegui tuvieron contra las cuerdas y no supieron 'matar' a un Barcelona que también tuvo sus ocasiones, como es lógico. Lo expresaban los propios jugadores al término del partido.
Fue una lástima. Pero los nervionenses salen de un campo 'maldito'
reforzados, dando una gran imagen y sin arrugarse en ningún momento ante un conjunto culé que aprovechó el único error sevillista, en un despeje fallido de Navas, para firmar el 1-1 definitivo a la postre, poco después del gol de Luuk de Jong.
Con un once que se puede considerar tipo en este arranque temporada, con las novedades de Acuña y Suso con respecto al que salió de inicio ante el Levante,
el Sevilla FC ha saltado al Camp Nou sin miedo, presionando arriba al Barcelona para intentar jugar en campo rival y tener la posesión, Quiere tratar Lopetegui de tú a tú a los azulgranas y muy pronto, a los cuatro minutos,
ha avisado Rakitic con un cabezazo que se fue alto tras un córner en corto que puso en el área Suso.
La misma jugada, poco después, ha tenido premio. El gaditano recortó a un defensor y su centro desde la izquierda trató de rematarlo Koundé, quedando suelto el balón para que
De Jong lo empalase con violencia para hacer el 0-1 y saldar su particular deuda de los fallos cometidos en este mismo escenario la pasada campaña.
Pero la alegría ha durado un segundo.
Sin respiro, ha empatado el Barça tras un balón de Messi a la espalda de la zaga que buscaba a Jodi Alba. En su intento de despeje,
Navas la dejó suela en el área, Koundé no llegó y sí lo hizo Coutinho para fusilar a Bono.
El gol, sin embargo, no trastocó el plan de un conjunto nervionense bien plantado, que juntaba líneas en su campo y multiplicaba las vigilancias ante la velocidad de Ansu Fati y compañía. Todo ello sin dejar de mirar arriba. Buenos minutos que se veían correspondidos con otra buena ocasión en el 19'. Suso bajó con un perfecto control un balón que caía del cielo, Navas le dobló por la diestra y al centro del palaciego no llegó por centímetros Fernando en boca de gol.
Pero el Barça tiene dinamita arriba. Y también asustaba, respondiendo con
un disparo al lateral de la red de Griezmann que buscó tapar Diego Carlos lanzándose a la hierba. Había asistido al francés Ansu Fati, que fue de nuevo quien probó fortuna al filo de la media hora con un disparo desde la frontal que atajó Bono.
Mientras, el Sevilla FC seguía a lo suyo,
sin complejos, apretando arriba para no dejar salir a los culés e impromiendo un ritmo muy alto. Y así, mordiendo en la presión,
Suso recuperaba en línea de tres cuartos y se lanzaba hacia el portal de Neto, disparando al lateral de la red del meta brasileño. Sabían los de Lopetegui cuando tocaba meter una marcha más y al mismo tiempo madurar las jugadas con paciencia, sin ponerse nerviosos en ningún momento.
Le costaba al Barça generar, apenas conseguía conectar por dentro. Pero a Messi le hace falta muy poco para meter miedo y en el 43', como respuesta a
un centro de Navas que no onsiguió cabecear bien Jordán, el argentino se internó en el área y se fabricó una de sus típicas jugadas, con ese mortífero disparo de rosca que buscaba el palo largo y se marchó fuera por poco. Así acabó
un primer tiempo frenético y tremendamente igualado, en el que el Sevilla FC fue poco a poco contemporizando y los culés ganando posesión, aunque en el global mandaban los nervionenses al descanso (52% contra 48%), síntoma de su buen partido.
Fortalecidos en su plan tras lo visto en los primeros 45 minutos, los de Lopetegui salieron con la misma intención tras el descanso, ahogando la salida de balón de un Barça incómodo. Pero la primera llegada fue azulgrana. Con muy poco, un balón largo posibilitó la carrera de Griezmann, que se la echó sin embargo larga al pisar área, anticipándose Bono sin problemas.
Era el preludio a unos minutos de control barcelonista. Ahora sí, los de Koeman tocaban y tocaban ante un Sevilla que sólo podía estar compacto atrás y salía con menos gente en sus intentos de contragolpe. Y de una larguísima jugada colectiva azulgrana llegó otra buena ocasión local, aunque fue Diego Carlos quien a punto estuvo de colársela en su portería, tras fallar también previamente con un mal despeje en corto.
Había cambiado el guion del partido y Lopetegui respondió refrescanso su ataque, dando entrada a Munir y En-Nesyri por Suso y Ocampos. Y lo primero que hizo el marroquí fue entrar como una locomotora por la izquierda y servir un balón que Araújo mandó al larguero en su intento de despeje. Se venía otra vez arriba el conjunto sevillista, que merodeaba de nuevo por territorio azulgrana con un disparo Rakitic, al que se le fue larga la rosca. Pero no se detenía el Sevilla FC, que intensificaba su presión para forzar córners y avisar una vez más a renglón seguido con un cabezazo de Koundé. Eran minutos que había que aprovechar, pero faltaba la dinamita necesaria para tumbar a los gigantes, la que faltó en un centro de Navas que cabeceó alto En-Nesyri en el 73'.
Pero aunque no aparezcan en unos 80 minutos, los cracks que tiene el Barça en nómina pueden arruinar cualquier plan en el momento menos esperado. Probó Messi con un disaro lejano que desvió Bono y mucho más peligrosa fue la siguiente, con un centro de Busquets que buscaba De Jong en boca de gol, despejando Koundé ín extremis' para corroborar su enésimo partidazo.
Pero no mató el Sevilla FC cuando la tuvo y fue la figura salvadora de Bono la que emergió sobre la bocina para sacarle un mano a mano a Trincao. Antes, los nervionenses había seguido buscando el gol, robando y lanzándose a la contra, como la que condujo En-Nesyri, cuyo pase final buscó sin fortuna a Koundé, con fuerzas para llegar hasta el área rival en una acción que reflejaba a las mil maravillas las ganas sevillistas de hacer algo grande en el Camp Nou.
No fue todo lo grande que pudo ser el golpe sobre la mesa. Pero nueve años después, el Sevilla FC volvió a puntuar en el feudo azulgrana. No lo hacía desde el 22 de octubre de 2011, con un 0-0 al que Javi Varas añadió su ración de épica al pararle un penalti a Messi, que también reclamó una pena máxima en el alargue sin que el colegiado ni el VAR vieran nada punible.
FICHA TÉCNICA: