La pandemia del coronavirus ha modificado muchos de los hábitos de la vida cotidiana. También el fútbol se ha visto directamente afectado por sus consecuencias. Pero hay cosas que no cambian. Y como marca la tradición, el Sevilla FC ha realizado este viernes su ofrenda floral ante la Virgen del Reyes, patrona de la Archidiócesis, como siempre hace al comienzo de cada temporada.
En esta ocasión, sin embargo, la comitiva nervionense desplazada hasta la Catedral ha sido menos numerosa, y tampoco ha sido anunciada para evitar aglomeraciones de aficionados en las inmediaciones. Aunque ha habido una invitada de excepción, pues la sexta Europa League alcanzada en Colonia, que tampoco pudo ser ofrecida entonces a la Virgen de los Reyes, como es habitual tras la conquista de cada título, ha sido trasladada al templo catedralicio para la ocasión.
Así, en la intimidad, y con todas las medidas de distanciamiento e higiene, se ha celebrado un escueto y sobrio acto al que han acudido el presidente de la entidad, José Castro; los vicepresidentes José María del Nido Carrasco y Gabriel Ramos; el director deportivo, Monchi; el entrenador, Julen Lopetegui; y los dos capitanes de la primera plantilla, Jesús Navas y Sergio Escudero.
En su breve discurso, el Padre Indalecio recordó las primeras Copas de la UEFA que llegaron a la catedral y pidió a la Virgen de los Reyes que siga protegiendo a los sevillanos ante esta situación, recibiendo de manos de la delegación sevillista una pequeña escultura conmemorativa del 130 aniversario del club.