Nada se le pudo reprochar al
Sevilla FC en la final de la Supercopa de Europa ante el Bayern Múnich. Los de Lopetegui pelearon de tú a tú con el ‘gigante’ alemán y,
pese al gol de Javi Martínez en la prórroga, salieron
reforzados en su imagen de cara a la ilusionante 20/21 que ya está en marcha.
Pero resulta inevitable para muchos aficionados nervionenses no acordarse de
la inmejorable ocasión que tuvo en sus botas En-Nesyri en el tramo final del encuentro, con 1-1 en el marcador. El marroquí,
redimido con su cabezazo salvador ante el Levante, se plantó ante
Neuer tras una gran carrera y el meta alemán le sacó su disparo en el mano a mano para decepción del sevillismo y del propio delantero, que
no pudo reprimir las lágrimas tras el choque, recibiendo
los ánimos de todos sus compañeros y de su entrenador.“
En Nesyri está trabajando como el resto. No me paro más en hablar de las situaciones futbolísticas porque son normales. Las situaciones buenas te pillan trabajando y él está trabajando mucho”, insistía al respecto
Lopetegui este pasado miércoles, antes de que
el fútbol le brindase la revancha esperada sólo una semana después de su fallo,
desatando la reacción enérgica de Monchi. Y es que, los profesionales son conscientes de que jugadas de ese tipo suceden casi a diario y errores como el del ex del Leganés pueden cometerlos los mejores.
Es el caso de
Erling Haaland. El joven delantero noruego ya suma esta temporada 3 goles en 4 partidos y en total, desde que arribó el pasado enero al Borussia Dortmund,
ha celebrado 19 dianas en 22 encuentros. Pero esta semana, la figura de Neuer se hizo gigante también para Haaland, que al igual que en En-Nesyri tuvo la oportunidad de poner a su equipo por delante ante el Bayern, en este caso e
n la final de la Supercopa de Alemania.Con 2-2 en el marcador, sin embargo, el noruego
erró en el mano a mano y el Bayern acabó haciendo el tercero para levantar un nuevo título. Quizás no le sirva de alivio a En-Nesyry, pero sí demuestra que fallos como el suyo, y en idénticas circunstancias, los pueden cometer también los goleadores más consumados.