Menos de una semana le queda a
Monchi para completar la plantilla 20/21 y
trabaja a destajo para resolver los frentes que aún restan abiertos, como
competencia para Navas en la banda derecha y refozar el centro de la zaga con otro central. A estas tareas preferenciales por ausencia de efectivos,
se suma la posibilidad de potenciar la delantera,
un objetivo que siempre ha tenido en mente pero que ha quedado a expensas de varios factores en un mercado muy parado y complejo.
El principal es el futuro de
Carlos Fernandez, cuya
salida con 'cash' de por medio, habilitaría la incorporación de un ariete diferente a lo que ya tiene, más concretamente
un jugador rápido que pueda desempeñarse por dentro y por fuera. En este contexto,
Monchi baraja varias opcciones y
estudia algunos de los ofrecimientos que han puesto sobre la mesa, entre ellos uno que llama mucho la atención de Monchi porque cuadraría dentro del margen de maniobra del club.
Se trata, según apunta Radio Sevilla, del delantero
Raúl de Tomás, reclutado el pasado invierno por el Espanyol a cambio de 20 millones y que ha iniciado la campaña en Segunda con los pericos.
El ariete quiere jugar de nuevo en Primera y hay una cláusula en su contrato que se lo facilita, pues el acuerdo firmado con los blanquiazules recoge que
en caso de descenso puede acogerse a una cesión a un equipo de la máxima categoría. Por ende,
el Sevilla sólo tendría que hacerse cargo de su ficha, que, eso sí, es elevada, pero al alcance de los nervionenses.
Lógicamente, el Espanyoil prefiere un traspaso para recupoerar ya parte de lo invertido en él hace menos de un año, pero el punta puede decidir unilateralmente si desea ejecutar dicha punto de su contrato y marcharse cedido.
Esta circunstancia le abriría la puerta del Sevilla, si bien esta operación, como cualquier otra de esta índole para el ataque,
está sujeta a la venta de Carlos Fernández, algo que ya está decidido por el club, a expensas de la propuesta que convenza.
Raúl de Tomas fue titular en los dos primeros partidos de la temporada, pero en el último comenzó en el banquillo y estrenó su casillero con dos tantos.
En Barcelona aseguran que está muy descontento con su situación y que se habría negado a jugar. Lo cierto es que
el punta de 25 años encaja en el perfil y sería viable en el apartado económico. Monchi lo estudia seriamente a la espera de acontecimientos.