Al final, independientemente de debates y opiniones subjetivas,
los resultados otorgan o quitan la razón a una filosofía de trabajo determinada, a la forma de concebir un crecimiento sostenido y paulatino. Y no cabe duda que
los títulos y la instalación del Sevilla en la zona noble de la Liga y de Europa respaldan por completo el 'modus operandi' que Monchi ha establecido en Nervión, con la consigna mil veces recordada de vender bien para comprar mejor.
Pese al refrendo matemático y en plata, el traspaso de baluartes ha generado cada periodo estival algunas críticas en la afición y el miedo a no encontrar un relevo, pero lo cierto es que
el isleño siempre ha rearmado al equipo y apenas si se ha añorado al futbolista que se marchó. Ha ocurrido en buena parte de los mercados veraniegos, con salidas como las de
Dani Alves, seguramente el más difícil de relevar-,
Rakitic, Krychowiak, Banega (la primera vez), Vitolo, Bacca, Gameiro o el propio Ben Yedder, y la conclusión ha sido la misma con Monchi al mando: nadie es imprescindible.
Esta realidad en clave sevillista no oculta la realidad más generalista de que conservar el bloque y a los futbolistas más valiosos ayuda también al crecimiento y dar el salto del que tanto se habla en el Sánchez-Pizjuán. Por ello,
Monchi tiene claro que nunca renunciará a su filosofía pero tampoco a la opción de retener a sus estrellas en el caso de que no llegue una oferta irrechazable, calificativo en el que, lógicamente ha subido el listón con respecto al pasado. Ahora irrechazable son cifras estratosféricas, como 70-80 millones por un central.
El club no se ha cerrado nunca a vender a Koundé, Diego Carlos o Ocampos, aunque con sus condiciones y a un precio astronómico, consciente de que agarra la sarten por el mando favorecido por la voluntad de los futbolistas de no presionar al sentirse a gusto aquí. Con
Banega, clave en el Sevilla de Lopetegui,
ha sido imposible, pero las circunstancias han sido diferentes, porque el jugador acababa contrato y ya había decidido aceptar la superlativa ficha ofrecida por los árabes.
En los asuntos que tiene en su mano,
el Sevilla se ha mantenido firme, y a una semana de que concluya el mercado,
todo apunta a que no se moverá de Nervión nadie más de su columna vertebral, con lo que esto significa. No hará caja pero Lopetegui trabajará con el bloque ya conformado y completamente adaptado a su plan.
La decisión del City de no subir la apuesta por Koundé ante la postura fuerte del Sevilla para fichar a Ruben Dìas ha allanado definitivamente el camino para
cumplir un requisito importante para ir más allá; no desprenderse de ninguna de sus figuras.