En el Sevilla FC nunca han escondido que
su modelo de crecimiento económico y deportivo se fundamenta en las ventas multimillonarias de jugadores. El gran hacedor de esta filosofía no es otro que
Monchi, cuyos fichajes han generando grandes plusvalías al ser traspasados muchos de ellos por cifras muy superiores a las que costaron, reinvirtiendo a su vez el dinero obtenido en
encontrar esos nuevos 'mirlos blancos' que otros no detectan con tanta facilidad.
Pero en este extraño fútbol de la covid, el verano futbolístico, trasladado a pleno mes de septiembre, puede deparar
un mercado inusual en el Sevilla FC. Son varios los jugadores que están en boca de todos y son relacionados con algunos de los mejores clubes del mundo. Principalmente,
Ocampos, Diego Carlos y Koundé. Pero esta vez, dado la actual situación, el director deportivo nervionense
no cree que llegue ningún club con el dinero suficiente para abrirle la puerta a las grandes estrellas de su plantilla.
"
La actuación del equipo en LaLiga y la Europa League ha llamado la atención, tanto a nivel colectivo como individual, pero atisbo pocos movimientos.
El mercado está muy parado, los equipos sufren las consecuencias económicas de la pandemia, y no veo que los jugadores importantes del club se vayan a mover. Si alguno tuviera que moverse,
intentaremos suplirlo de la mejor manera posible", ha destacado el de San Fernando en el programa 'El Día Después', donde insistió en esta idea: "
Me gustaría transmitir un mensaje de tranquilidad al sevillismo. No atisbo la salida de algún jugador importante en este mercado porque no hay ofertas importantes por ellos".
Se prevén, por tanto, pocos movimientos en un mercado que
echará el cierre el próximo 5 de octubre, más allá de
la necesaria 'operación salida', pues son varios los jugadores que no entran en los planes de Lopetegui, y algunos retoques que aún deben llegar, con
el principal foco el lateral izquierdo.
"Es una temporada atípica, un mercado de verano muy reducido, con poco tiempo de maniobra.
Empezamos más tarde y se ha condensado en 15 o 20 días lo que son normalmente tres meses. Andamos con la agenda rebosando. Hay que afrontarlo con normalidad, profesionalidad y gestionar lo mejor posible los activos y necesidades del equipo", indicó al respecto Monchi, que
tiene el trabajo hecho por si se produce alguna venta inesperada, aunque prefiere no tener que tirar de agenda: "Particularmente, lo he dicho alguna vez,
de las cosas que menos me gusta es comprar jugadores. Me encantaría no tener que ir al mercado cada dos por tres".