Monchi, consciente de que cuenta con menos margen temporal que en el resto de veranos,
ha pisado el acelerador y diez días después de la conquista de la Sexta Europa League ya ha atado tres fichajes, uno ya anunciado,
Óscar Rodríguez, y dos a falta de oficialidad,
Bono y Rakitic, con todo acordado con sus clubes.
Incorporaciones que se suman a la de Suso, una 'obligación' ejecutada con la clasificación para la Champions.
No obstante,
al director deportivo todavía le restan varias tareas por delante para componer el Sevilla 20/21, algunas de ellas dentro de las prioridades que él mismo HA establecido para este mercado.
Entre ellas se encuentra la necesidad de reforzar los dos laterales, frentes abiertos y en los que trabaja a destajo, con operaciones en marcha, como las activadas para el carril zurdo.
Monchi avanza con Acuña, por el que hay conversaciones desde hace días y que está mas por la propuesta realizada a Sporting, pero
también está pendiente de Reguilón y Marcos Alonso.
También requiere
competencia para Navas, para lo que hasta ahora han trascendido menos nombres, corriendo quizás menos prisa que la otra banda, descabezada con el regreso al Real Madrid de
Reguilón y con el futuro de
Escudero en el aire.
El centro del campo lo tiene prácticamente cerrado con las llegadas de Óscar y Rakitic, aunque no se descarta por completo la llegada de
un tercer efectivo para la medular, también en el aspecto creativo, si bien
ya no se trataría de una preferencia. En cambio,
en ataque queda por hacer, pues, como ya señaló ED a principios de junio,
reforzar la delantera siempre ha sido una prioridad para Monchi.
En principio, aunque no está cerrado a nada,
el perfil respondería a un delantero móvil, que rompa con desmarques y puede proyectarse también por banda. Gusta mucho el muy cotizado Boadu, entre otros, y todo apunta que
la gran inversión del verano la destinará a la punta de lanza.
Las salidas de Nolito y Rony generan la necesidad de desborde, profundidad y velocidad en los flancos, lo que se esperaba del internacional portugués y nunca llegó a aportar.
Si se pone a tiro un extremo que interese Monchi le lanzará al guante, consciente de la importancia de disponer de estar virtudes para dotar de más armas al ataque.
Realmente, Monchi nunca ha tenido en la parte alta de su agenda, la portería, pero sí
es cierto que ha tanteado el mercado de arqueros y podría moverse si algún objetivo está a precio. No obstante,
después de atar a Bono ya sólo tendría sentido si saliera Vaclik, que entra en el último año de contrato y, por ahora, sin contactos para renovar. En principio,
nada cambiará en la portería.