A mitad de julio, ESTADIO reveló que
el Sevilla, en su afán de remodelar la banda izquierda,
se encuentra pendiente de la situación de Marcos Alonso, hijo del que fuera entrenador nervionense y que
saldrá este verano del Chelsea. No en vano, los 'blues', que, al igual que los hispalenses, tienen previsto remozar el carril siniestro,
ya le está buscando un destino tanto al lateral español como al otreo carrilero, Emerson Palmieri.
El Chelsea necesita hacer caja para hacer frente a la inversión que requiere su principal objetivo para esta posición, el joven
Ben Chilwell, por el que el Leicester está pidiendo cerca de 90 millones tras erigirse en uno de los futbolistas más destacados de la Premier con sólo 23 años. Para ello, necesita hacer caja y
ya negocia con el Inter por Emerson.
En el caso de
Marcos Alonso, criado en Sevilla durante la etapa de su padre en el Sánchez-Pizjuán, t
oma fuerza la posibilidad de regresar a España, pues le gustaría poder estrenarse a primer nivel en el fútbol patrio después de desarrollar su carrera en Italia e Inglaterra.
Una preferencia a la que se suma jugar en Europa la temporada próxima,
requisito que cumple el Sevilla, que le permitiría disputar la Champions.
Nervión es un destino muy atractivo para cualquier futbolista y
Marcos Alonso cuenta, además,
con la recomendación de su padre,
encantado ante la opción de que vistiera los mismos colores que él defendió desde el banquillo. El problema radica en lo de siempre:
el alto coste de la operación, pues Transfermark le tasa en 18 millones de euros y cobra una ficha elevada en Stamford Bridge, por lo que necesitaría también un esfuerzo del jugador y que se pusiera a precio por su condición de transferible.
En este caso, obviamente la vía más factible
sería la cesión con opción a compra, lo que, al menos
, libraría al Chelsea del salario al lateral de 29 años, en cuyas preferencias cuadra Nervión y viceversa.