Once partidos en cinco semanas o seis semanas, todo está a la espera de conocer de formal oficial la fecha del derbi, si será
el jueves 11 de julio como pretende Javier Tebas, o si habrá que esperar una semana más, pero a fin de cuentas, será un calendario de LaLiga cargado de partidos, concretamente, un partido cada 72 o 96 horas, o lo que es lo mismo, cada tres o cuatro días.
Todos los equipos de
LaLiga coinciden en que será un calendario exigente, no solo por las altas temperaturas con las que habrá que jugar
durante junio y julio, sino también por el temor a las lesiones con tantos partidos de alta exigencia después de muchas semanas parados, pero las ganas de volver a la competición puede con todo eso. Todo está preparado,
el protocolo de LaLiga está demostrado que funciona y ya solo falta que comience a rodar al balón.
Ahí es cuando se verá qué equipo ha aprovechado mejor el parón por la pandemia y llega mejor preparado a la reanudación liguera.
Y en Nervión saben que eso es fundamental. En plena lucha por los puestos de
Champions, Lopetegui no quiere un exceso de relajación en la vuelta a la competición y los propios jugadores son conscientes de la importancia de comenzar a un gran nivel.
Para ello,
la plantilla del Sevilla cuenta con la experiencia de saber lo que es competir durante toda la temporada cada tres o cuatro días y para eso fue confeccionada por
Monchi el verano pasado. El técnico vasco cuenta con 22 jugadores de la primera plantilla y seis canteranos que estarán a su servicio hasta al final de la temporada si
Julen lo estima oportuno. Una temporada donde los nervionense han compaginado la LaLiga con la Europa League, que si todo marcha bien retomaría en agosto, y la
Copa del Rey hasta su eliminación ante el Mirandés.
En total,
39 partidos ya que mínimo se irán a 50 (a falta de saber qué pasara con la Europa League), por lo que Lopetegui necesitará a los suyos al 100%. Desde
septiembre hasta febrero el Sevilla ha competido siempre entre semana salvo en los parones por los compromisos de las selecciones y la primera quincena de febrero, cuyos partidos intersemanales fueron de la
Copa del Rey en la que los de Lopetegui ya estaban apeados, pero pronto llegaría la eliminatoria ante el
Cluj rumano y de nuevo el carrusel de partidos que ya esperaba a los nervionenses pero que se vio interrumpido por la pandemia de la
Covid-19.
Por todo esto, el
Sevilla no podrá escudarse en la estrechez del calendario pues sus jugadores están habituados a jugar cada tres días. No en vano, el propio
Julen Koundé lo reconocía días atrás en una entrevista en su país. "Será un maratón, aunque estamos más acostumbrados que algunos clubes a jugar cada tres días. Estamos felices de poder volver a lo que nos gusta hacer y acercarnos un poco más a poder competir", afirmó el central galo.