Pablo Pérez, que ya entró en la convocatoria contra el Getafe, es uno de los canteranos elegidos por Julen Lopetegui para ejercitarse en estos días con el primer equipo de cara a la vuelta de la competición. El lateral zurdo tiene 18 años y en su primera temporada vistiendo la camiseta del Sevilla no solo ha logrado entrenar con los 'mayores' sino también ser convocado por la selección española sub-19.
En una entrevista para SFC Radio, mostró su ilusión de pertenecer a la familia nervionense y su rápida adaptación. "El cambio ha sido muy grande en un año, pero en el club me han acogido muy bien, me siento muy cómodo e intento llevarlo con la mayor normalidad posible y mucha ilusión. Soy totalmente consciente del cambio, ha sido un salto tremendo, pero ya era consciente desde el primer día. Llegué este verano como extremo del Nervión, donde incluso jugaba de delantero, y ha sido un cambio radical. Desde la posición en el campo, hasta el haber participado también con la selección sub-19 y la convocatoria con el primer equipo. Con trabajo, uno obtiene recompensas y estoy muy agradecido de lo vivido, pero tengo que seguir trabajando para estar preparado por si se me necesita", indicó.
El internacional con las categorías inferiores de La Roja llegó al Sevilla siendo un extremo. Sin embargo, las circunstancias han hecho que haya tenido que amoldarse a la posición de lateral. Así explicó su cambio de posición y el trabajo de sus técnicos del División de Honor Juvenil para sacar su mejor rendimiento.
"Me siento muy cómodo en la posición lateral. Sí que es verdad que como delantero tenía más cerca la portería, pero siendo que de lateral puedo explotar mejor mis cualidades físicas. Al final, los jugadores tenemos que adaptarnos a lo que los entrenadores quieren de nosotros. Venía de jugar como delantero y cuando el míster me colocó de lateral, lo acepté con todas las ganas del mundo y con la intención de poner al servicio del equipo todo lo que puedo dar de mí. Acejo y Corona (técnicos del División de Honor Juvenil) están muy encima enseñándome los trabajos específicos de la defensa, conceptos básicos, tácticos... Les debo mucho", señaló.
Pese a su juventud tiene experiencia internacional, en concreto, en Colombia. Un hecho que le ha hecho madurar y valorar más ciertos aspectos. "Nos tuvimos que mudar varias veces por el trabajo familiar, y nos fuimos a Colombia, donde pasé por varios equipos. Aquella experiencia me sirvió para cuando volví a Valencia, que entré en la cantera del Levante. Al año nos volvimos a mudar y llegamos a Sevilla, donde comencé a jugar en el Nervión. En Colombia no hay tantos recursos, material, personal especializado... Es todo diferente. También los campos, que allí se dejan regar por la lluvia... Incluso el ritmo de juego era trabajo, precisamente por el estado de los campos. Todo era diferente, pero hay que sacarle el lado positivo. Cuando vuelvo y entro en la cantera del Sevilla, con unos campos espectaculares, personas específicas en cada área, un trabajo muy profesional... Todo eso lo valoras mucho”.
A modo de conclusión, demostró tener los pies en el suelo pese a su rápido crecimiento. "Es un reto bastante grande, pero de momento intento aprovechar cada entrenamiento para aprender, coger la forma y disfrutarlo, porque es una oportunidad única de la que me siento muy agradecido. Mi ilusión ahora es seguir aprendiendo y disfrutando, y prepararme por si el míster decide contar conmigo, que sería la mayor ilusión, poder debutar con el primer equipo. Pero sin prisa, a seguir trabajando y, cuando llegue el momento, estar preparado", cerró.