El técnico Juande Ramos, que hace justo trece años conquistó en Glasgow su segunda Copa de la UEFA seguida con el Sevilla, resaltó el mérito de aquel curso 2006-07 en el que los sevillistas lucharon hasta el partido de la penúltima jornada, en Mallorca, por una Liga que cree que no ganaron por "motivos extraños".
El Sevilla conmemora este sábado el decimotercer aniversario de aquella UEFA ganada al Espanyol por penaltis (1-3 tras 2-2 al final de la prórroga), en una campaña en la que también fue campeón de la Copa del Rey y en la que habría dependido de sí mismo para alzarse con la Liga en la última jornada de haber vencido una semana antes en Mallorca, donde empataron a cero.
"No creo que el cansancio acumulado en la Copa de la UEFA fuera clave. En Mallorca merecimos ganar, pero el empate fue definitivo para no ganar la Liga. El Sevilla estaba muy bien, en lo físico y lo psicológico. Fueron unos motivos extraños los que nos condenaron aquel día", afirmó a Efe Juande, en alusión al arbitraje de Eduardo Iturralde González.
Sobre aquel título europeo, el manchego aseguró que "la cosa salió bien, aunque el camino a la final fue complicado" por haberse cruzado "con rivales difíciles" como el Shakhtar Donetsk ucraniano, ante el que recordó que fue necesario un gol del meta Andrés Palop, de cabeza en un córner en el tiempo añadido, para forzar la prórroga.
Juande Ramos rememoró que también la semifinal contra el Osasuna fue muy dura", pues los navarros "tenían un gran equipo". "Nos ganaron en su casa (1-0) y tuvimos que remontar en la vuelta. Era un equipo que, además, no se nos daba bien. Se nos atragantaba; y eso pesaba. Pero en casa salimos convencidos de nuestras posibilidades y pudimos ganar 2-0, algo que tampoco era nada sencillo", recalcó el exentrenador sevillista.
En la final, a pesar de que el Espanyol enjugó por veces la ventaja adquirida por el Sevilla, aseveró que "nunca" pensó "que esa copa se fuera a escapar", ya que "en la segunda parte" tuvieron "muchas opciones para no haber llegado a la prórroga". "Con 2-1 y un futbolista más, parecía que estaba ganado el partido, pero un coletazo suyo trajo el sufrimiento", añadió.
El preparador ciudadrealeño no cree que la resolución de aquella final, por penaltis, fuese "una lotería", pues entiende que "en el fútbol profesional se trabaja todo y había que visualizar cómo puede tirar el rival" en una tanda en la que el portero "Palop estuvo muy intuitivo y fue el artífice del triunfo".
Aquel plantel dirigido por Juande Ramos ganó cinco títulos en quince meses (dos Copas de la UEFA, una Supercopa de Europa, otra de España y una Copa del Rey), a pesar de que él no creyó "jamás posible ganar tanto en tan poco tiempo, sobre todo porque el Sevilla llevaba muchos años sin ganar nada". "En las previsiones no entraba ganar un título europeo. Lo que pasa es que el equipo fue creyendo", resaltó.
"Vimos que no éramos inferiores a nadie tras ganarle la Supercopa de Europa al Barcelona. Se juntaron jugadores jóvenes con ganas de ganar un título, también un entrenador con el mismo deseo, gente con hambre de títulos. Salió todo a pedir de boca porque logramos muchas cosas para el Sevilla", subrayó Juande Ramos.