La imposibilidad de darle salida el pasado verano a un elevado número de futbolistas que no tenían cabida en los planes de
Monchi y Lopetegui para la presente temporada se convirtió en un problema que, a la postre, se traduciría en un importante número de jugadores en préstamo, amén de que ello restó, también, de liquidez a un director deportivo que pensaba haber ingresado algo más por esa partida. Al no entrar ese dinero en las arcas del club, tampoco pudo salir. Y, por tanto, también restaron algunos detalles por apuntalar, como el propio Monchi reconoció.
La problemática se complicó un poco más el pasado mes de febrero, cuando la FIFA emitió un comunicado notificando que a partir del 1 de julio de 2020 la cantidad máxima de futbolistas que un club podía tener cedidos sería de
ocho, y que eso se iría reduciendo hasta
seis para el inicio de la temporada 22/23.
La llegada del coronavirus y la crisis económica originada por la pandemia, en cambio, ha hecho recular al máximo organismo futbolístico, frenando por ahora dicha iniciativa que, claramente, perjudicaba los intereses económicos de un
Sevilla FC que actualmente dispone de 15 futbolistas cedidos, entre los que tiene en préstamo en otros equipos y los tres que forman parte de la plantilla de Lopetegui:
Bono, Suso y Reguilón. En esta nueva situación de incertidumbre, en cambio, lo que se antojaba un problema meses atrás parece ahora una solución al problema que se avecina en el mercado de fichajes, donde la inversión caerá. Javier Tebas, por su parte, lo tiene claro: “Olvidad los fichajes; pensad en canteranos y cedidos”.