En el verano de de 1991 llegaba a Sevilla un casi desconocido delantero croata llamado
Davor Suker, un futbolista diferente que la afición nervionense disfrutó durante cinco temporadas y en las que marcó 76 goles para marcharse al
Real Madrid para conquistar la Champions, pero en Sevilla siempre se dejaría el cariño y la admiración de toda la afición blanquirroja.
En más de una ocasión el croata ha vuelto al
Sanchez-Pizjuán y a la ciudad para comprobar de primera mano que la afición no se ha olvidado de él, algo que el ahora presidente de la federacíón croata de fútbol comparaba con su llegada al club de Nervión hace ya casi 30 años. "En el fútbol croata siempre mirábamos a Alemania. Era nuestra primera salida porque hay muchos croatas trabajando allí. Yo cuando era niño veía a
Rummenigge y era mi ídolo. Pero llegó una oferta para ir al Sevilla y claro que dije que sí.
Cuando llegué a Sevilla nunca tuve problemas de adaptación, solo el calor porque aquí estamos acostumbrados como mucho a 32 grados", rememoró el de Osijek para los medios oficiales del club.
Y es que el
Sevilla dejó una huella imborrable en su vida, cómo él mismo reconoció: "
Recuerdo cada minuto del primer día que llegué a Sevilla. Estuve con Petrovic en el palco viendo el partido contra el Albacete. Cuando llegué me asusté porque estaba acostumbrado a los estadios de mi país con las pistas de atletismo. Lo vi todo muy pequeñito con tanta gente, es algo que no había visto nunca".
Además de recordar su mítico gol al
Olympiacos y reconocer que en su casa tiene un cuadro de la Macarena, destacó como compañeros suyos de aquella época en el Sevlla ahora brillan en otras profesiones: "Me da mucha alegría por compañeros que están triunfando como
Monchi,
Simeone o
Unzué, que estuvieron en aquel equipo y ahora lo están haciendo muy bien".
También desveló
Suker que tuvo la oportunidad de acabar su carrera en el
Sevilla FC cuando acabó su contrato en el
Múnich 1860, pero que no lo hizo porque su estado físico le imposibilitaba competir a máximo nivel: "
Yo podía haber ido al Sevilla y terminar allí mi carrera un año más, pero yo soy un ganador y ya no tenía capacidad para entrenar todos los días y ser competitivo. Por eso preferí dejarlo en ese momento".
El fútbol también paró en CroaciaComo presidente de la federación croata de fútbol,
Davor Suker vive de cerca todos los acontecimientos de la pandemia del coronavirus
Covid-19 a la espera de saber si se podrá reanudar la liga en
Croacia en las próximas semanas, pero mientras tanto, el mensaje del exsevillista fue contundente: "El único contra el que todavía no sabemos jugar es el
Covid-19. Espero que todos estemos en casa, que escuchemos a los doctores. Yo tengo en casa a mis padres y hay que cuidar de ellos haciendo este sacrificio. Hay que escuchar, como cuando fuimos a la escuela. Hacía mucho tiempo que no estábamos juntos un mes y hay que ver lo que más falta hace ahora. El fútbol es importante, pero la salud lo es mucho más y hay mucha gente peleando por su vida".