Antes de que la pandemia del coronavirus obligase a interrumpir las diferentes competiciones futbolísticas, emisarios de la dirección deportiva del
Sevilla FC siguieron 'in situ'
los dos últimos partidos del Olympique de Marsella en la Ligue 1 con dos claros objetivos: el mediocentro
Maxime López, posible recambio de Banega, y el lateral diestro
Bouna Sarr, que fue titular tanto en el triunfo ante el Nimes (2-3), en el que firmó una asistencia, como en el empate en casa ante el Amiens (2-2).
Los informes sobre el franco-guineano son más que positivos y en Nervión juegan con la carta a favor de
las necesidades económicas del club galo. El OM está obligado a vender para cumplir las normas del Fair Play Financiero que exige la UEFA y tiene una larga lista de candidatos al margen de los dos futbolistas seguidos por el Sevilla FC, pues también son codiciados
Boubacar Kamara, Kevin Strootman, Morgan Sanson o Florian Thauvin.
La estrategia del club del Vélodrome está clara:
colocar a los suyos en el mercado y provocar una subasta que eleve el precio final. Y
en el caso de Bouna Sarr, la competencia sigue creciendo. Al igual que el Sevilla FC, el
Borussia Dortmund lleva tiempo tras sus pasos, mientras que en Inglaterra ha sido relacionado con
Everton, West Ham o Crystal Palace, estando dispuestos algunos de ellos a acercarse a la cifra de
10 millones de euros que en principio le abriría las puertas.
Pero desde Francia se apunta ahora un nuevo pretendiente de postín; un duro rival con el que los nervionenses ya están acostumbrados a lidiar en multitud de frentes. Se trata del
Atlético de Madrid, que tiene el puesto de lateral diestro bien cubierto con el inglés
Kieran Trippier y un revitalizado
Sime Vrsaljko, si bien se espera que en el próximo mercado haga las maletas
Santiago Arias, por el que también se ha interesado el Everton. Para paliar la posible marcha del colombiano e inyectar más competencia a esa posición, los colchoneros habrían pensando en Sarr, que cada día que pasa acumula nuevas 'novias'.