El brasileño
Julio Baptista, que llegó al
Sevilla FC en 2003 con
Joaquín Caparrós como entrenador procedente del
Sao Paulo de su país y que también jugó en España en el
Real Madrid y el
Málaga CF, se ha mostrado agradecido al club hispalense porque
le "abrió las puertas de Europa".
El delantero, ahora
entrenador en las categorías inferiores del Real Valladolid, recordó este miércoles a los medios oficiales del Sevilla las dos temporadas que estuvo en el club andaluz y del que pasó después al Real Madrid.
Baptista, de
38 años, apuntó que en ese período empezó a fraguarse el Sevilla que después logró tantos éxitos y que con él se volvió a jugar en Europa después de muchas temporadas.
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A raíz de ahí se lograron muchos éxitos durante todos estos años. Al final para mí fue cómo empezó mi andadura, la del Sevilla por Europa, y
yo me di a conocer allí", afirmó el brasileño.
Reconoció que uno de los técnicos que más le marcaron fue
Caparrós porque llegó "muy joven al Sevilla" y el entrenador de Utrera
"consiguió sacar mucho" de él.
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Me exigió mucho y sabía cómo actuar psicológicamente para que le diera lo que él quería. Sabía que no podía actuar de la misma manera conmigo y con un veterano y saber
eso es clave. Estás tratando con 25 personas y necesitas esa capacidad para saber qué necesita cada una en cada momento", señaló.
Baptista subrayó que
"el cariño y el sentimiento" que le tiene al Sevilla "es máximo" y que
le "hubiera gustado conseguir algún título" con el conjunto hispalense.
"No pudo ser como futbolista y
quién sabe en un futuro si se puede hacer en otra faceta, en otro puesto. Fue todo rápido y se interesaron muchos equipos. Pasé por muchas ligas y toda esa experiencia me la llevo conmigo", dijo el ahora entrenador, quien en su faceta como futbolista también estuvo en el
Arsenal inglés,
Roma italiano,
Cruzeiro brasileño,
Orlando estadounidense y
Cluj rumano, en el que se retiró.
Sobre su nueva faceta como técnico, explicó que la actual situación de confinamiento por la pandemia de coronavirus ha trastocado los planes que inició el pasado verano cuando entró en el Real Valladolid como entrenador de equipos de la cantera.
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Estoy en Madrid, trabajando desde casa. Yo ahora soy entrenador, acabé el curso y estoy en las categorías inferiores del Real Valladolid. Es una labor diferente. No tiene nada que ver. La parte del entrenador se trabaja mucho más", subrayó.
Añadió que su nueva actividad profesional fue una decisión meditada y que cuando se fue a jugar a Estados Unidos lo hizo "ya encaminado a una preparación en ese sentido".
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Quería aprender inglés y cuando estuve en Rumanía ya me quedó claro que quería entrenar porque veía cosas que hacían los entrenadores y quería entender los motivos. Ahora empiezo a tener esas respuestas y es una carrera bonita pero exigente", afirmó.
Baptista resaltó que como entrenador "hay que trabajar mucho, pero al final estás cerca de los futbolistas", y que sigue preparándose "para cuando surja una oportunidad", porque
su objetivo "es llegar a Primera división".