Es sin, sin lugar a dudas, una de las revelaciones de esta Liga.
Diego Carlos ha irrumpido en el fútbol español con una fuerza nada proporcional al poco ruido que hizo su fichaje el pasado verano,
el primero de Monchi en su regreso. El brasileño se ha erigido en pieza fundamental para Lopetegui y en uno de los defensas más valorados de la competición.
Su tasación se ha disparado hasta los
40 millones de euros, según Transfermarkt, y ya se encuentra en
la agenda de clubes importantes de Europa, por lo que su nombre dará mucho que hablar en el mercado.
Real Madrid y Barcelona lo han apuntado para reforzar el eje de la defensa y desde Inglaterra apuntan que
Jürgen Klopp lo quiere para el
Liverpool.
También le han salido ya pretendientes en la Serie A, pues, según aseguran diversos medios italianos, el
Nápoles lo baraja como una de las opciones que gustan para
sustituir en verano a Kalidou Koulibaly, por el que
Aurelio de Laurentiis espera hacer mucha caja con una puja al mejor postor.
Los partenopeos tienen sobre la mesa ya varias posibilidades, como
Robin Koch, del
Friburgo, también en la agenda del Milan, y
Jan Vertoghen, que cumple contrato con el Tottenham. No obstante, en las últimas horas han sumado a la lista a
Diego Carlos, si bien en
San Paolo son conscientes de que se trataría de una
operación muy costosa, teniendo en cuenta su valor de mercado y lo que pedirá el
Sevilla, respalsdado por la
cláusula de 75 millones que acordó cpon el juego al firmar su contrato hasta 2024.
Recientemente, el central brasileño aseguró que está muy feliz en Nervíon y que
sólo se iría "a un club mucho más grande, porque el
Sevilla ya es un grande", por lo que, a priori, la vía del Nápoles no entraría en sus planes a día de hoy.
Sin embargo, serán muchas las informaciones que habrá durante el mercado sobre el zaguero, y también
las ofertas que llegarán al Sánchez-Pizjuán por un jugador que supuso un desembolso de 15 millones, una cifra muy inferior a su precio actual y a lo que podrían ofrecer por él en el periodo estival.