habría dicho que era mentira; o mejor dicho, prácticamente imposible", explica el central, quien admite que tuvo un "amor a primera vista" con el club y la ciudad: "Inmediatamente me sentí como en casa. Mi familia también ha sido
muy feliz allí".
En lo futbolístico, además, el portugués
se queda con la primera Europa League conquistada en Turín. "Fue la más especial. Porque fue mi primer título europeo, que muchos jugadores no ganan en toda una carrera, y contra el Benfica. También eliminamos al Oporto, hubo varios factores que lo hicieron único", rememora Carriço, que admite sin dudar cuál ha sido el mejor técnico que ha tenido: "Unai Emery, por supuesto, por todo lo que logramos juntos, por el entrenador y la persona que es". (
Así define Carriço a los entrenadores que ha tenido)
Además, el zaguero fue cuestionado por un episodio que no pasó de anécdota, pero que en su país causó gran revuelo y obligó a su esposa a salir a defenderle:
su beso con Rakitic en la celebración de Turín: "Eso es ridículo. Tengo mi sexualidad muy bien resuelta, no le di importancia. Creo que la gente lo exageró más porque fue contra el Benfica. Estaban un poco amargados y tuvieron que descargarse con alguien", destacó sobre ese momento de felicidad con el croata, al que incluyó, junto a Banega y Reyes, entre los jugadores que más le han sorprendido.
De Sevilla, además, Carriço .
así fue su despedida en imágenes- se lleva las tostadas con aceite y jamón, que ya "siempre" tomará, y algo que de lo que espera que aprendan sus compatriotas: "En España le dan más valor al jugador local y los extranjeros tienen que demostrar que son realmente buenos".
Ahora, próximo a cumplir 32 años, el luso ha firmado por
dos temporadas más una opcional con el Wuhan Zall, admitiendo que los 35 podría ser una buena edad para colgar las botas. ¿Y después? "No sé qué haré, algo relacionado con el fútbol, pero no como entrenador, porque tienes que dedicarte al 100 o 200%, sin disfrutar de tu familia. Pero tal vez como empresario o gerente. Es una posibilidad".
Lo que sí quiso dejar claro Carriço, que admitió un tanteo sin más del Sporting por recuperarlo, es que su salida de Nervión se debió a un aspecto meramente contractual: "
Lopetegui incluso le transmitió al club que quería que me quedara, que era importante para el equipo. Pero no llegamos a un acuerdo porque quería un contrato de dos años y el Sevilla solo me ofreció uno".
Como sevillista, además, el defensor tuvo la oportunidad de debutar con la selección absoluta, pero no haber tenido más continuidad es su gran espina: "Siento que hubo años en los que merecí ser llamado, pero siempre lo hice lo mejor que pude·.