En un fútbol tan globalizado como el actual, ya no son noticias los fichajes allende de nuestras fronteras. La red de 'espías' se reparten por la geografía futbolística mundial, lo que amplía el conocimiento del mercado, como bien sabe el
Sevilla. El club de
Nervión suele ser caladero de otros clubes, que buscan en su primer equipo jugadores revalorizados o o con proyección, sin olvidar su apreciada cantera. Y es que la
Carretera de Utrera se ha convertido en un claro objetivo por parte de los grandes del fútbol nacional y de los clubes europeos más pujantes.
Al respecto, según ha podido saber ESTADIO, una de las grandes promesas del
Sevilla es objetivo de la
Bundesliga, concretamente, del
Red Bull Leipzig, que ha puesto sus ojos en una de las actuales joyas de la Carretera de Utrera:
Pablo Pérez.
El jugador que llegó procedente del Nervión en verano pasado se ha convertido en unos de los productos más firmes de los escalafones inferiores sevillistas. Internacional sub 19, y muy del gusto de
Julen Lopetegui, entrenador del Sevilla, con quien entrena todas las semanas, a sus 18 años ya ha sido convocado para un partido oficial con el primer equipo (
Getafe).
El
Red Bull Leipzig le ha hecho un seguimiento exhaustivo durante los últimos meses y valora hacer una oferta al Sevilla. Incluso, no hay que descartar que abone la cláusula del jugador y anticiparse así con
otra joven promesa española, como ya hizo haciéndose con la cesión de Angeliño, procedente del Manchester City, o abonando treinta millones de euros por
Dani Olmo, otro de los mirlos del fútbol nacional.
Con la edad media más baja de la
Bundesliga, el equipo alemán apuesta por el talento precoz y
Pablo Pérez lo es. Extremo reconvertido a lateral izquierdo, cumple con el perfil de jugador de banda del fútbol moderno. Potente y profundo, su juego ha convencido a un Red Bull Leipzig que va muy en serio a por un Pablo Pérez que le resta un año de contrato.
El
Sevilla lleva tiempo negociando una renovación de su futbolista, unas conversaciones que se han visto frenadas por la pandemia del coronavirus que sufre España y el mundo.