El
coronavirus no sólo mantiene parada toda actividad deportiva a lo largo y ancho de la geografía mundial, sino que, además, deja en el aire cómo podrá ser el regreso a la normalidad y afecta a muchas
situaciones contractuales; pues hay altas probabilidades de que las competiciones se alarguen más allá del 30 de junio, fecha en la que vencen vinculaciones. Los diferentes entes trabajan en moratorias que permitan a los clubes prorrogarlas de manera excepcional y que sea posible mantener la plantilla hasta que la temporada concluya.
No obstante, que la campaña se alargue unas semanas o meses más no resta incertidumbre (más bien lo contrario) a todo esos deportistas que no manejan
una oferta de renovación y que saben que su salida está muy cercana. Éste es el caso, por ejemplo, del sevillista
Nolito, que sin poder saber cuándo, cómo y con qué destino, no esconde que tiene asumido ya que se aproxima
el final de su etapa en el Sevilla.
"Ahora, el 30 de junio, quedo libre y aún no sé cuál será mi futuro. De eso se encarga mi agente", dijo en una entrevista en
Goal el sanluqueño, que añade que no tendría incoveniente en
hacer las maletas y volver a probar lejos de España (ya estuvo dos años en el
Benfica de Portugal y uno en Inglaterra, con el
City de Pep). "No me importaría irme a donde sea. Es una decisión que tendré que tomar en su momento y que hablaré con mi mujer y mi niña grande, sobre todo", explica el futbolista de 33 años, que mientras guarda la cuarentena se machaca en su domicilio para
estar preparado cuando todo pase y acabar bien la campaña y su aventura nervionense."Hay que aguantar, a ver si se va este bicho". "Tenemos que hacer todos los días tareas que nos mandan los preparadores físicos del
Sevilla. Una hora y media o dos trabajando a diario para no perder la forma, porque no sabemos cuándo acabará esto y cuándo volveremos a empezar. Estamos un poco flotando, sin saber nada", reconoce.
Con todo, es consciente de que el caso de los futbolistas no es comparable al de la mayoría de la sociedad:
"La cuarentena me está tratando bien. Gracias a Dios, yo soy un privilegiado. Las tres niñas que tengo, me vuelven loco, pero, bueno, nosotros estamos aquí metidos. Hay muchísima gente en España y en el resto del mundo que está mucho peor que nosotros. Está muriendo muchísima gente, pero hay que seguir. Nos ha tocado vivir esta situación y no queda otra".