Fue uno de los señalados por la
debacle copera ante el Mirandés. Lopetegui lo sustituyó en el descanso y lo tuvo los dos siguientes partidos en el banquillo, sin minutos, ante Celta y Espanyol. Pero
Jules Koundé ha sabido reponerse de ese bache personal y ha vuelto a demostrar que tiene cualidades de sobra para asentarse en un club de la exigencia del Sevilla FC.
El francés ha completado los tres últimos partidos de Liga y ha contribuido decisivamente tanto en su cometido defensivo como en ataque, con un gol en Getafe y
una asistencia a En-Nesyri que significó el definitivo 3-2 frente a Osasuna.
El ex del Girondins vuelve a disfrutar de un momento dulce como sevillista. Aunque reconoce que, a sus 21 años, no fue sencillo llegar a Nervión y comenzar a rendir desde el minuto. "
La adaptación no fue fácil. Mis comienzos fueron un poco difíciles, con un nuevo grupo, algo que era nuevo también para mí”, recuerda en una entrevista para 'L'Equipe' el central galo, que también ha notado el cambio entre la Ligue 1 y LaLiga:
“El nivel del campeonato es más alto. Los equipos están mejor preparados tácticamente, buscan más atacar, incluso los que están en el fondo de la tabla".
En su rápida adaptación, tras unos primeros partidos en los que le costó desbancar a la pareja formada por
Diego Carlos y Carriço, ha tenido mucho que ver Julen
Lopetegui, según ha reconocido el propio Koundé.
“El entrenador me ha mostrado directamente vídeos de mis partidos en Burdeos para decirme: 'eso es bueno, o aquí puedes mejorar'. No esperaba ser titular de inmediato. Luego subí mi nivel y me impuse”, explica el parisino, al que no le puede la presión de los 20 millones, más cinco en variables, que el Sevilla ha desembolsado por él.
“¿Si mi estado como
el jugador más caro de la historia del Sevilla es pesado? No, en realidad no lo pienso. Especialmente sentí el interés del club y su deseo de ayudarme a progresar”, confiesa un Koundé que asegura que nunca fue la estrella de su generación (sólo ha sido una vez internacional con Francia, en categoría sub 20), aunque siempre ha confiando en sí mismo: “Siempre trabajé mucho, incluso en mi formación. En cada generación nos decían: "este seguro que llegará muy alto". Yo nunca estuve entre esos, pero trabajé mucho.
Siempre he sido un jugador clandestino bajo los radares”.Pero
Monchi, quien si no, sí que
lo tenía controlado. Y la fuerte apuesta realizada el pasado verano comienza a dar sus frutos, aventurándose un central con mucho presente y aún mejor futuro.