Para el resto de los mortales, chocar contra el defensa del Sevilla FC
Diego Carlos es como estamparse contra un
muro de hormigón. Eso lo saben rivales y
también compañeros como Escudero, que abandonó en camilla y conmocionado el partido ante el Valencia tras un encontronazo fortuito con el brasileño, quien ha admitido que el riguroso y contradictorio ojo del
VAR le está obligando a
ensayar sus posturas corporales y el
uso de su fuerza, incluso, en sus ratos libres.
El detonante para Diego Carlos fue el
penalti que cometió la semana pasada en la sonrojante eliminación copera en Anduva, ya con 2-0 a favor del
Mirandés, por un
codazo innecesario sobre un oponente al que ya tenía ganada la posición. Aunque el lanzamiento fue detenido por Vaclik, el zaguero de Barra Bonita entiende que perjudicó a su equipo y que esa situación no le puede suceder más. "Siempre he levantado mucho los brazos jugando y ahora estoy
trabajando en corregir eso. Lo estoy ensayando
incluso cuando estoy en casa", ha revelado este miércoles el futbolista en una entrevista concedida a
Radio Sevilla.
"Son jugadas muy complicadas, pero yo
no quiero hacer daño al delantero. Si levanto el brazo, es difícil que le pegue en el pecho porque los delanteros
suelen ser más pequeños que yo, por eso les doy en la cara. Sé que eso es penalti, así que intentaré cambiar mi estilo de juego para ayudar a mi equipo y ayudar al árbitro a que no tenga que tomar esas decisiones. Siempre
voy al balón, no quiero hacer falta ni hacerle daño al rival", ha insistido.
"Los defensores necesitamos
proteger la pelota para que el delantero no pueda pasar y para ello
levantamos los brazos, pero tendré que cambiar eso. Trabajo para cambiarlo y para mejorar. De momento, tengo que seguir mejorando", ha detallado el defensor, que también trabaja para evitar cometer penaltis por mano, uno de los debates más acalorados de esta temporada con el VAR, pues los árbitros tienen un criterio muy cambiante. Por su parte, él lo tiene claro: "Para mí, si la mano está
debajo de la cintura no es penalti, aunque no esté pegada al cuerpo. Lo que no puedes es despegarla ni saltar con la mano arriba".
Diego Carlos ha admitido que el equipo no ha jugado bien en los últimos choques ante Mirandés (3-1) y
Alavés (1-1) y que, aunque eran "partidos complicados", admite que podrían haberlo hecho "mucho mejor". "Hay que
trabajar para mejorar, porque nuestro equipo es muy bueno y muy grande", ha agregado, al tiempo que pedía ser prudentes y no caer en un
exceso de confianza por jugar ahora contra dos equipos de la zona baja como el
RC Celta, que lleva ocho jornadas seguidas sin ganar, o el
RCD Espanyol, que sigue en descenso después de cambiar dos veces de entrenador.
"Para mí todos los partidos son complicados y hay que encararlos
todos con una buena mentalidad para buscar lo mejor para el equipo y para
sumar los puntos. Estos partidos no van a ser diferentes", ha manifestado, pidiendo respeto para vigueses y pericos, pero señalando la necesidad de volver a la senda de la victoria para seguir en lo alto de la clasificación: "En España,
Madrid y Barcelona están un poco más lejos del resto siempre. Nosotros hacemos nuestro trabajo para
poder estar ahí con ellos. Vamos a luchar al máximo para sumar muchos puntos y seguir arriba".