Una triste tragedia al volante arrebató la vida a José Antonio
Reyes el pasado mes de junio, dejando huérfano al
Sevilla FC y a un sevillismo que hoy recuerda con cariño los
20 años de su debut con el primer equipo nervionense.
Ha llovido mucho desde que aquel joven canterano del que hablaban maravillas aguardaba impaciente en la banda de La Romareda para estrenarse con la camiseta sevillista. Con sólo
16 años y 151 días, el más joven en debutar en la historia nervionense, José Antonio
Reyes comenzaba a escribir ese
30 de enero del 2000 una historia meteórica que se acabó antes de tiempo, cuando venía de entrenar con el Extremadura, su último equipo.
En total,
253 partidos y 41 goles en siete temporadas completas como sevillista. Y un sueño cumplido con creces. No en vano, tras marcharse a la Premier entre lágrimas en el mercado invernal de la 03/04, dejando en las arcas un buen puñado de millones que sirvió para aliviar la situación económica, fue su segunda etapa, y después de ganar hasta ocho títulos por el camino con Arsenal, Madrid, Benfica y Atlético, cuando consiguió saborear las mieles del triunfo con la elástica blanquirroja.
Tres Europa League consecutivas. Las dos primeras sobre el campo y la última de ellas siendo el capitán que la levantó al cielo de Basilea.
Un broche perfecto para una historia que comenzó de la mano de Marcos Alonso, aunque fue su paisano Caparrós quien le dio la confianza necesaria desde la 01/02 para que desarrollase ese fútbol vertical y explosivo de sus comienzos, merced a una endiablada velocidad que le llevó a vestir con sólo 20 años la camiseta de la selección (22 veces en total).
Un jugador muy diferente al que regresó, precisamente, el Día de Reyes de 2012, como el regalo anhelado por una afición que le recibió como un ídolo. Una hinchada que siempre le ha mostrado su cariño y que en esa segunda etapa disfrutó de la clase de un futbolista menos veloz pero más talentoso, con una visión de juego excelsa y una precisión milimétrica en el pase, siendo también recordado por su especial tino en los derbis, con cinco goles anotados al eterno rival.
Un sinfín de recuerdos como sevillista que hacen que José Antonio Reyes esté muy vivo en la mente de todo sevillista.