LA PREVIA

Escobedo-Sevilla F.C.: Cruzada contra el romanticismo

Escobedo-Sevilla F.C.: Cruzada contra el romanticismo
- Álvaro Palomo
Álvaro PalomoÁlvaro Palomo 5 min lectura
Escobedo. Una pequeña localidad del municipio cántabro de Camargo con 1.500 habitantes. La menos poblada con un equipo en la segunda ronda de la Copa del Rey. La mañana de ayer el menudo estadio Eusebio Arce era un hervidero, con los últimos retoques para un acontecimiento histórico, como la instalación de la ADSL y otras exigencias para un partido de esta índole, inimaginable para un club tan humilde. Tal resulta la expectación que 200 personas presenciaron el entrenamiento previo a esta cita que se recordará de por vida en este rincón de la geografía española en un feudo con un aforo máximo de 1.400 espectadores.

Puro romanticismo en un fútbol deshumanizado por el negocio. Un espacio para democratizar los sueños. Para que clubes como el Escobedo reciban el premio a tanto trabajo en el anonimato. La ilusión en su esencia, reflejada en un pueblo volcado y entusiasmado que recibe en competición oficial a todo un Sevilla, un pentacampeón de Europa que además viaja prácticamente con todo. Porque Lopetegui no se fía de la diferencia de categoría -el Escobedo es sexto en el Grupo III de Tercera división- y no se ha llevado a ningún futbolista del filial más allá del portero Javi Díaz, dejando entrever además que realizará las probaturas justas para asegurar el pase de ronda. Pragmatismo para combatir el cariz romántico de esta eliminatoria en esta pequeña localidad cántabra. Es la obligación de los nervionenses, firmar sin apuros la clasificación para dieciseisavos de final de la Copa del Rey, aunque para ello tenga que acabar con la superlativa aventura del cuadro escobés, que, en cualquier caso, ha alcanzado cotas impensables.

Para ello, el Sevilla de Lopetegui deberá adaptarse a las reducidas dimensiones de un terreno de juego de césped artificial, ventaja que, junto a su motivación, muy superior a la de los blanquirrojos como es lógico, tratarán de maximizar los norteños. En el resto de factores la superioridad sevillista y su favoritismo resultan obviamente manifiestas, la propia existente entre el profesionalismo de primer nivel y el amateurismo, término del que tanto se habló en Nervión en la etapa de Sampaoli.

En cualquier caso, Lopetegui huye de cualquier confianza y piensa alinear un once muy competitivo difícil de vaticinar en esta ocasión por la distancia entre los partidos -dispondrá de una semana para preparar el siguiente envite, contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu-. Así, su baja por sanción contra los blancos podría concederle la titularidad a Lucas Ocampos, que, en circunstancias normales, se tomaría un descanso en esta partido.

El técnico de Asteasu únicamente ha dejado en casa a dos habituales, casos de Carriço y Fernando, además de al canterano Pozo, posiblemente por su salida en el mercado invernal. La ausencia del hervense conllevaría la titularidad de Navas en la Copa sin descartar que desplace a Koundé a la banda y Diego Carlos forme en el eje de la zaga junto a Sergi Gómez.

En el centro del campo Gudelj parte con muchas opciones de ejercer de pivote, junto a Jordán y Mudo, aunque también podría utilizar a Banega o al propio Óliver, vía para la izquierda, el puesto más complicado de predecir. Nolito, ya de vuelta, Bryan Gil o Rony se disputan el sitio siempre y cuando Ocampos ocupase la derecha. Menos dudas hay en la delantera, porque ya sin Dabbur y Munir con protagonismo en el once liguero, todo apunta a que Chicharito gozará de una oportunidad en un momento clave para él ante la opción de salir ahora. Sea como fuera, el Sevilla, a la espera del nuevo delantero, precisa más puntería que ante el Bergantiños, al que sólo se impuso por 0-1, para resolver por la vía rápida y apagar el principal argumento del Escobedo, la excitación por la ocasión histórica.