Munas Dabbur ha puesto hoy fin a una breve experiencia en el
Sevilla. El futbolista se marcha con la espina clavada de no haber podido demostrar sus condiciones en el conjunto nervionense. La suya ha sido una historia extraña en la que se han juntado varios factores que han acabado por dar con el jugador fuera del club sin opción de poder triunfar.
Y es que la situación cambió mucho entre el fichaje del futbolista, que se hizo oficial en el mes de enero, con
Machín en el banquillo y
Caparrós como director deportivo, y su llegada.
Dabbur arribó en junio, con
Monchi encargado de la parcela deportiva y con
Lopetegui como entrenador.
Al dirigente gaditano siempre le convenció la operación. El
Sevilla había pagado un fijo de poco más de diez millones de euros, un precio más que ajustado dados los precios que se manejan por los delanteros hoy día. Por eso le convenció para que siguiera en verano, cuando
Lopetegui había ya dado sobradas muestras de que no era el tipo de jugador que le gusta. Entonces ya hubo ofertas importantes para el futbolista. La última llegó el día del cierre del mercado por parte del
Spartak, como ha sido publicado, pero el
Sevilla no accedió.
Después se sucedieron los partidos en el banquillo y en la grada. Lopetegui no ve a
Dabbur para jugar como referencia en su esquema 4-3-3, pero tampoco en la banda, donde lo ha colocado en algún partido. Esa necesidad de jugadores muy específicos ha acabado lastrando a
Dabbur. Con todo, en las últimas semanas el vasco le animó a que siguiera porque iba a tener oportunidades. Sin embargo, el israelí veía con mejores ojos cambiar. Su experiencia en el
Sevilla y en la ciudad ha sido buena fuera de lo deportivo, pero entendía que
Lopetegui tiene otras preferencias para el
ataque.
Más allá del técnico, muchos en el club pensaban que sí era un futbolista para el
Sevilla. Así se lo han hecho saber estos días, cuando su marcha se estaba fraguando.
A pesar de haber jugado sólo 9 partidos (tres goles), el futbolista ha mantenido un buen cartel en Europa. En LaLiga han sido varios los equipos que han preguntado por su cesión, entre ellos el
Espanyol. El
Girondins francés, el
Aston Villa y el West Ham en
Inglaterra también han pedido un préstamo. Pero en el
Sevilla siempre han mantenido que si salía sería como cedido.
Finalmente ha sido el
Hoffenheim el que ha puesto toda la carne en el asador. Su entrenador,
Alfred Schreuder, que fue segundo de
Ten Haag, el preparador del
Ajax, necesitaba un goleador para convertir todo lo que genera su equipo y ha considerado a
Dabbur el hombre ideal. Es una gran apuesta para el conjunto alemán -con variables podría ser el más caro de su historia- tanto en términos de traspaso como de salario -
Dabbur también mejorará en este aspecto- por lo que llegará con toda la confianza por parte de la entidad. Le toca responder con goles.