Máxima rentabilidad sevillista a su discreta puntería

Máxima rentabilidad sevillista a su discreta puntería
Diego Carlos, en la acción del 0-1 en Son Moix. - Álvaro Palomo
Álvaro PalomoÁlvaro Palomo 4 min lectura
Es un problema totalmente diagnosticado, en el que Julen Lopetegui centra mucho tiempo para encontrar soluciones y al fin hallar el equilibrio deseado entre defensa y ataque. El curso pasado la balanza se inclinaba claramente hacia una ofensiva letal que mantenía en pie a un Sevilla que se rompía en la contención y no ofrecía ninguna seguridad atrás.

Monchi, con los fichajes, y Lopetegui, con su trabajo diario, han logrado minimizar considerablemente este déficit, como demuestra que es el cuarto equipo que menos tantos recibe en LaLiga con 17 (menos de un tanto por cita) y que, con la del domingo, ha dejado su portería a cero hasta en ocho de los 18 partidos disputados. En cambio, se ha perdido la pegada en ataque del curso anterior, con una drástica reducción de la aportación de la delantera.

De hecho, entre los cuatro puntas sólo suman en el campeonato doméstico cinco goles, dos De Jong, dos Munir y uno Chicharito. Sólo el 20% de los tantos proceden de la punta de lanza, lo que se ha compensado en parte, además de por la seguridad sin balón, por la aportación del resto de líneas. D hecho, en Son Moix la defensa anotó su tercer gol liguero con el acierto de Diego Carlos, que se suma al que ya anotó contra el Leganés y al de Reguilón en la primera jornada.

Esta colaboración y, sobre todo, la de la segunda línea, ha reducido los daños de la falta de gol de los delanteros hasta el punto de que el Sevilla en muy pocas ocasiones se queda sin marcar. No en vano, únicamente dejó su casillero a cero ante el Real Madrid en casa y contra el Barcelona en el Camp Nou, último choque en la Liga en el que no perforó la portería contraria. Desde entonces, encarrila diez encuentros con al menos un gol en su cuenta realizadora, lo que, merced a su solidez, le ha pemitido mantenerse arriba.

Y es que al Sevilla le ha bastado con un gol para obtener 12 puntos en seis de los partidos a partir de la derrota con el Barça, con tres triunfos por 1-0 y tres empates a uno. El único tanto que no le ha servido para puntuar en los dos últimos meses fue el marcado por Munir ante el Villarreal, pues el choque acabó con 1-2 para el Submarino. No se prodiga demasiado, pero le saca una gran rentabilidad a cada acierto, lo que tampoco es fruto de la causuliadad sino la consecuencia del oficio del equipo para gestionar sus ventajas y apostar más por el control cuando va ganando que por arriesgar en busca de la portería rival para la contra.

Quizás por ello y también en ocasiones por la falta de puntería, el Sevilla sólo ha ganado por más de un gol en tres ocasiones, si bien que la última fuera eñ sábado, después de haberlo hecho en la primera jornada en Cornellá y ante Getafe (2-0), es una buena señal e indicio, posiblemente, de una evolución.