Luis Fabiano.
'O Fabuloso'. Un delantero que marcó una época en aquel
Sevilla que conquistó
Europa por primera vez y luchó por
LaLiga hasta la última jornada. Un goleador tan implacable como único. Puro talento que enamoró en
Nervión y dejó su huella hasta el punto de ser considerado uno de los
mejores puntas de la historia sevillista.
No obstante, sus comienzos en el
Sánchez-Pizjuán no fueron fáciles, siendo criticado durante un primer año en el que no le salieron las cosas y se redimió con el
gol clave que marcó en la final de
Eindhoven. Un cabezazo que permanece en las retinas de todos los sevillistas.
Por ello, desde su propia experiencia, considera fundamental que la afición nervionense tenga ahora
paciencia con los
arietes de esta campaña, a los que les está costando explotar su olfato goleador en el campeonato liguero: "Con los delanteros hay que tener un poquito de paciencia. Tranquilidad. Yo cuando llegue al Sevilla tuve problemas de adaptación y después hice muchos goles. Hay que tener un poquito de tranquilidad con los delanteros, que
son muy buenos y creo que pueden meter muchos goles", señaló el de Campinas en Radio Marca. Más concretamente,
'Luisfa' firmó un total 107 goles en 230 partidos oficiales con la camiseta hispalense y se proclamó dos veces campeón de la
UEFA y de la
Copa del Rey, y levantó la
Supercopa de Europa y la Supercopa de España.
Todo un ídolo que reconoce que se marchó de
Nervión como un
sevillista más después de vivir su mejor etapa como futbolista. "El
Sevilla es un equipo que llevo en mi
corazón. Son muchas alegrías. El momento que vivimos en el
Sevilla era
especial. Jugábamos contra el
Barça,
Real Madrid y siempre muy bien. Teníamos un equipo muy fuerte. Yo creo que era muy difícil ganar al Sevilla. Fueron momentos muy especiales para el club", indicó
Luis Fabiano.
También se acordó
'Luisfa' de alguien que contribuyó considerablemente a que marcara muchos goles, un
Jesús Navas que sigue al pie del cañón y siendo igual de importante que lo era entonces, pero ahora jugando de lateral: "
Jesús es un jugador muy bueno. Puede jugar en varios puestos y no me sorprende que está jugando bien. Tiene calidad para jugar donde quiera".
A sus 39 años, se entrena en el
Ponte Preta de su país, club en el que se estrenó en la elite, a la espera de reaparecer tras cerca de dos años sin competir por una lesión de cartíolago en su rodilla derecha: "Estoy bien, entrenando. Estoy en Ponte Preta y la vida va bien después de dos años pretendo
volver a jugar. El año que viene yo creo que volveré". Y seguro que lo hará con destellos de aquella magia que
maravilló a Nervión.