El
Sevilla circula por la parte alta de la tabla a lomos de
Lucas Ocampos, un todoterreno incansable que se ha convertido en un fijo en el once de
Julen Lopetegui, que necesita al argentino a tope en el partido de mañana ante el
Atlético de Madrid, sin que su condición de
apercibido de cara al derbi en el Benito Villamarín del 10-N pueda distraerle o condicionarle lo más mínimo.
En eso mismo trabajan también
los servicios jurídicos del club, que, según ha podido saber este periódico, en las próximas horas van a presentar ante el
Comité de Competición alegaciones al acta que el árbitro madrileño
Del Cerro Grande redactó en el partido del pasado miércoles en Mestalla contra el Valencia.
En ese encuentro,
Ocampos vio una amarilla por una supuesta falta sobre el futbolista che
José Luis Gayà, inexistente a tenor de lo que ofrecen las imagénes de la televisión, que demuestran que, si bien el argentino y el lateral izquierdo español venían picados de unos roces anteriores, no hay infracción alguna:
Gayà cae al chocar con el nervionense, que en ningún momento hace ademán alguno de derribarle.
Este argumento puede resultar decisivo, ya que el colegiado explica en el acta, de manera muy ambigua, que le mostró esa amonestación al sevillista por
"derribar a un contrario en la disputa de un balón, evitando así un ataque prometedor".
Esa amarilla se une a las que el potente extremo vio en los encuentros contra
Espanyol,
Alavés y
Getafe, y le deja a una de la suspensión, antes de recibir a un equipo como el
Atlético de Madrid, que exigirá al Sevilla un enorme despliegue físico; justo la principal característica del de
Quilmes, que, además de ese gen competitivo e incansable, está exhibiendo zancada, un gran compromiso para ayudar atrás y un notable entendimiento con
Jesús Navas, su compañero en la banda derecha del
Sevilla. A todo ello, además, añade el índice de acierto más alto de su carrera, lo que le ha situado como mejor anotador del equipo en
LaLiga, con cuatro goles, gracias a una racha espectacular de seis tantos (dos con Argentina) y una asistencia en sus últimas ocho citas.
Por todo ello, y dando por hecho que un jugador pasional como él no querrá perderse su primer derbi hispalense, es muy lógico que el club se mueva en los despachos y que, incluso, se plantee recurrir a
Apelación si el
Comité de Competición desestimase esta primera reclamación.
En este sentido, varias fuentes consultadas por ESTADIO dan escasas posibilidades de poder
alegar defecto de forma. Y es que, más allá de si era o no falta sobre
Gayà, ayer
Ocampos fue noticia por un error en uno de los actas del choque en Valencia.
Del Cerro Grande incluyó esa amonestación al argentino en la que la RFEF colgó en su web oficial, pero no lo hizo en la que aparece en el portal del
Comité Técnico de Árbitros (CTA); lo que invitaba a pensar en si había alguna opción de que los organismos sancionadores contabilizasen tres amarillas, y no cuatro, al extremo blanquirrojo.
Por ahí no hay nada que 'rascar', ya que le cuentan cuatro tarjetas. Así, la única manera de que
Lucas Ocampos pueda jugar contra el
Atlético sin estar apercibido de cara a la visita posterior al Betis es presentar una prueba videográfica y cruzar los dedos.