Se equivocó mucho, pese a que Monchi le había dejado antes de irse a Roma la planificación medio avanzada, pero es verdad que tampoco el club tuvo mucha paciencia con él. Así, tras caer goleado con Vincenzo Montella en la final de la Copa del Rey ante el FC Barcelona (5-0),
José Castro tomó la determinación de destituir como director deportivo a un
Óscar Arias que ya se encontraba planificando la siguiente temporada.
No se sabe, obviamente, qué habría sido del Sevilla FC si el onubense, y no Joaquín Caparrós, se hubiese encargado de fichar, pero
ESTADIO sí pudo conocer que
Arias llegó a tener atado, y a coste cero, al central más prometedor de toda Europa.
William Saliba (18) tenía entonces
17 años y estaba
al borde de su primer contrato profesional. Arias le tenía convencido para que recalase en el Sevilla Atlético, con la promesa de subir pronto al primer equipo, aunque su marcha le frenó todo y la nueva dirección deportiva no atendió al informe que dejó el ahora encargado de fichar en el
Cádiz CF recomendando su llegada.
Como el Sevilla FC no lo fichó, el Saint-Étienne logró renovarle y sacarle, posteriormente,
30 millones de euros al Arsenal FC por su traspaso. Los 'Gunners' lo han dejado esta temporada
cedido en 'Les Verts' y, tras unas pocas actuaciones, ya nadie duda en considerarle como
el joven marcador del Viejo Continente con más futuro.
Con
cierto parecido a Raphaël Varane, en el Arsenal, con sempiternos problemas en el eje de su zaga, ya está deseando que acabe la temporada para que comience a jugar de rojo y blanco...
pero en Highbury.
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Con Saliba en el equipo, el Saint-Étienne
gana el doble de partidos y
encaja casi la mitad de los goles.