Una vez que se conocieron los grupos de la
Europa League, la clasificación como primero en el ‘A’ se convirtió en imperativo para el
Sevilla debido al nivel de resto de rivales,
Qarabag,
Apoel y
Dudelange, en teoría muy inferiores a los
nervionenses.
En los dos primeros choques, los de
Lopetegui cumplieron con el guión, con una victoria por 0-3 en
Baku y un triunfo por la mínima (1-0) ante un encerrado conjunto chipriota. Ahora afronta un doble duelo contra el
Dudelange luxemburgués en el que, a priori, debería sumar dos triunfos más para situarse con 12 puntos y la clasificación para dieciseisavos asegurada.
Su favoritismo en el
Grupo A ha propiciado que surjan nuevos retos para el
conjunto nervionense en este tramo de la competición, como el de finalizar con un pleno de victorias, algo que no ha conseguido hasta la fecha en las cuatro ocasiones que ha disputado la fase de grupos de la
Europa League en su actual formato.
De hecho, hasta la fecha la máxima puntuación que ha obtenido el
Sevilla han sido los
12 puntos que obtuvo en la 13/14 y en la campaña anterior, en la que sumó cuatro triunfos y sufrió dos derrotas. En la primera de Emery, que terminó con los blanquirrojos como campeones, concluyó este periplo sin conocer la derrota, merced a tres partidos ganados y tres tablas.
El curso (10/11) en el que el
Sevilla se estrenó el formato de grupos de seis equipos con doble vuelta acumuló diez puntos, mientras que en la 14/15, cuando se consumó el cuarto entorchado hispalense en esta competición, firmó un saldo de 11 unidades.
Esto quiere decir que al proyecto actual, con
Lopetegui al mando, le bastaría con ganar los dos próximos choques para igualar su récord y sólo un punto más para establecer
una nueva marca en su historia. Eso sí, en esta temporada se dan las condiciones para que el Sevilla cierre la fase de grupos con una tarjeta impecable, con seis victorias su haber. Un
pleno muy al alcance. Un
reto.