El 'modus operandi' de la dirección deportiva del Sevilla no cambió con la marcha de
Monchi hace dos años. Pepe Castro y el consejo de administración optaron por una opción continuista con
Óscar Arias, que a la postre acabaría destituido, para intentarlo entonces con
Joaquín Caparrós, con
Paco Gallardo y
Carlos Marchena como ayudantes.
Finalmente,
Monchi acabó saliendo de la
Roma antes de finalizar la temporada pasada y el presidente del
Sevilla anduvo rápido para convencer al gaditano de su vuelta a Nervión con un proyecto ambicioso. Tan ambicioso que el gasto en fichajes durante el verano llegó
casi a los 160 millones de euros, un récord en la historia centenaria de la entidad de Nervión. Aunque también en cierto que la cantidad de
las ventas superaron por poco los 100 millones.
En dicha inversión hay un nombre propio que llamó la atención por su juventud (20 años) y elevado precio (20 millones más cinco en pluses):
Jules Koundé. El central galo llegó procedente del
Girondins de Burdeos, que
en un principio pedía casi el doble lo que finalmente acabó pagando el Sevilla, y el ahora sevillista comienza a ir a más en cada oportunidad que le está dando
Lopetegui.
Un fichaje, el de
Koundé,
que ya pudo hacerse hace dos veranos con Caparrós al frente de la parcela deportiva, pero que como el propio central ha reconocido en una entrevista a
Sud Ouest, no se veía preparado para dar el salto: "El
Sevilla ya había expresado su interés en
el verano de 2018, pero sentí que no estaba listo, no había mostrado lo suficiente, necesitaba confirmarlo una temporada completa en Burdeos".
Sin embargo, este verano su idea era totalmente distinta, el galo se veía totalmente preparado para cambiar de aires: "No lo dudé. Cuando regresaron este verano con mucho interés, sentí que era el momento adecuado y el club adecuado para afrontar este nuevo reto".
Mucho ha dado que hablar la cantidad que ha desembolsado el
Sevilla por el joven central, pero para él, no es algo relevante. "Estamos en un entorno donde el
mercado de fichajes tiene sus parámetros, algunos de los cuales sobrepasan la calidad del jugador, como es la edad o la duración del contrato y otros. No vale la pena ponerse presión incluso si el Sevilla no está acostumbrado a invertir esa cantidad por un jugador. Es una señal de confianza. Soy consciente de las expectativas y estoy preparado para ello".