Era 'El nuevo Messi'. Uno más. Pero le está yendo mucho mejor siendo
'El nuevo Marin'. A sus 30 años, al fin, se ha convertido en
la verdadera referencia de un equipo, algo que no consiguió en el Sevilla FC, pese a que arribó en 2013 con esa idea.
"
Espero poder asumir un papel de líder. Después de las conversaciones con
Monchi y Rakitic, que es toda una figura de liderazgo, he comprendido el proyecto y la filosofía del club", dijo el alemán durante su presentación. Y en Nervión flipaban, claro. "En los primeros partidos era una locura y
hasta lo veíamos como 'El nuevo Maradona', pero fue de más a menos", dijo Juan Cala.
Unai Emery se cansó de su
poca disciplina táctica (los talentosos suelen ser anárquicos) y de su
fragilidad física, hasta el punto de que en la final de Turín, contra el Benfica, lo metió en el campo en el minuto 78' y lo sacó en el 104'.
Después, Marin fue a peor, con préstamos infructuosos a
Anderlecht y Trabzonspor. Al final, el
Chelsea se cansó y terminó vendiéndole al
Olympiacos, de donde pasó a su actual club, el
Estrella Roja.
"Entendí que debía dar un paso atrás para jugar regularmente y recuperar la confianza", indicó el internacional teutón, cuyas mejores actuaciones se vieron en los estadios del
Borussia Mönchengladbach y el
Werder Bremen. Ahora, a sus 30 años, vuelve a dar que hablar,
jugándolo todo, portando el brazalete de capitán y siendo determinante en los últimos metros (suma
dos tantos y siete asistencias), incluso en la Liga de Campeones. Es
'El nuevo Marko Marin'.