Claramente inferior sobre el papel, el
Qarabag es un rival acostumbrado a la exigencia que reclama Europa; competitivos en casa, gustan tocar la pelota y sacarla jugada desde atrás
El
Sevilla FC de Julen
Lopetegui se estrenará hoy en competición europea, después de haber disputado ya sus primeros cuatro partidos oficiales en LaLiga. Un estreno en la
Europa League en la que los de Nervión han tenido que desplazarse a casi 5.000 kilómetros de distancia en línea recta hasta
Bakú (Arzebaiyán), donde juega el Qarabag. Un rival claramente inferior sobre el papel, pero que se antoja el de mayor entidad del grupo A de la Europa League, en el que también han quedado emparejados el
APOEL Nicosia y el
Dudelange de Luxemburgo.
Sin embargo, no pillará por sorpresa al Qarabag el plantel de Julen Lopetegui, estando habituados los azeríes a las grandes citas europeas. De hecho, fueron en 2017 el primer club de Azerbaiyán en clasificarse para la fase de grupos de la Liga de Campeones, cuando se midió a
Chelsea, Roma y Atlético de Madrid, al que acabó eliminando de la Champions tras empatar tanto en casa como a domicilio.
Los de
Gurvanov, líderes indiscutibles de la liga azerbaiyana, afrontan el partido con humildad, pero con confianza, de ahí que no tengan intención de modificar su estilo de juego. Competitivos en casa, gustan practicar un fútbol vistoso. Sacar la pelota jugada y tocarla, siempre que los de
Nervión se lo permitan, son otras de sus virtudes. Atrás gozan de más físico, mientras que la creatividad del plantel aparece más arriba.