Nervión abrirá de nuevo sus puertas esta noche al laberinto de emociones contenidas que genera la vuelta al hogar tras tanto tiempo fuera. Que aviva el recuerdo de los
numerosos sevillistas eternos, como el joven
Jesús, que ahora se abonan en el
tercer anillo y que, junto a
Reyes y
Puerta, no se perderán hoy el estreno en casa de su
Sevilla acomodados en los corazones de los suyos, que laten por ellos con más fuerza si cabe en las entrañas de la 'Bombonera'.
Hoy es el reencuentro con la pasión de sentir, de compartir lo vivido y sobre todo de lo que resta por venir. El tiempo de mirar a lo más alto con el cuidado de no despegar demasiado los pies del suelo. Es la hora de las pasiones que el
Sánchez-Pizjuán despierta, del frenesí acrecentado por la demora del regreso y por las expectativas que ha suscitado el nuevo proyecto con las conquistas allende las fronteras de
Eduardo Dato, aquellas que tanto se resistían años atrás.
Los de arriba y todos los que les perciben más cerca en el santuario de sus colores se han amanecido esta mañana con ese nerviosismo que sólo se entiende cuando se siente y que deriva de la esperanza de que este nuevo
Sevilla confirme las sensaciones positivas exhibidas en
Cornellá y en
Granada y cristalizadas en un liderato que defiende tan temprano como trascendente en el apartado anímico.
Nervión regresa con el esplendor que proporciona la ilusión reflejada en el récord de socios y la gran entrada que presentará para recibir a los de
Lopetegui cuando el sol empiece a postrarse para que brille la luz de los que nunca faltarán desde las alturas y puedan comprobar si el técnico otorga continuidad a su once definido, lo que gana enteros con la presencia en los últimos entrenamientos de
Reguilón y de
Ocampos.
No obstante,
Lopetegui no comunica la lista hasta esta mañana. La seguridad en el centro de la defensa y la solidez que ha garantizado hasta ahora la medular con
Fernando y
Jordán no invitan a creer en cambios, siendo quizás el costado de
Nolito, con
Munir y
Bryan presionando, el puesto menos asegurado siempre y cuando no haya sorpresas.
Enfrente, un
Celta negado a domicilio desde hace nueve meses pero espoleado en su primera salida de la temporada por el triunfo ante el
Valencia y con dos ex sevillistas,
Denis Suárez y
Aspas, como principales amenazas.
Ambos testarán la fiabilidad atrás de los nervionenses, hoy ante la posibilidad de firmar un
pleno histórico y afrontar el parón desde su privilegiada atalaya, para lo que precisa agudizar la profundidad en estático, su mayor déficit en los choque anteriores. Esta noche contará con el empuje de
Nervión, con las gargantas preparadas para desdibujar las fronteras entre el cielo y la tierra.