El 3 de abril de 2014 el
Sevilla visitaba el estadio
Do Dragao para medirse al
Oporto en la ida de los octavos de final de la que sería la primera
Europa Leagues que el equipo de Unai Emery encadenó de manera consecutiva.
Enfrente, un equipo muy bien armado con futbolistas como
Mangala, Danilo, Álex Sandro, Defour, Quaresma o Jackson Martínez. Para dar equilibrio al conjunto luso estaba un tal
Fernando Reges. Aquel día el
Sevilla sobrevivió al asedio portugués y sucumbió sólo por 1-0 tras un gol de
Mangala. Los nervionenses dieron por bueno el resultado pues mantenían opciones de remontar en el partido de vuelta.
Para ese duelo en el
Sánchez-Pizjuán no estaría Fernando, que fue expulsado en el minuto 87. En la vuelta, sin el pivote, el
Sevilla venció por 4-0. Aquel día en
Do Dragao, Monchi ya quedó prendado de las cualidades del brasileño.
Pero con 26 años y en plena madurez, el mediocentro acabó siendo traspasado por 15 millones de euros (cuando 15 millones eran muchos millones para un pivote) al
Manchester City tras siete años de blanquiazul.
No sería la única vez que
Monchi viera en directo a
Fernando midiéndose al
Sevilla. Las dos siguientes fueron en la
Champions, también con victorias para el brasileño. En el partido disputado en
Mánchester,
Fernando sólo jugó 14 minutos, pero sí estaba sobre el césped cuando
De Bruyne anotó el 2-1 definitivo cuando el partido agonizaba y el Sevilla merecía al menos el empate.
El partido de vuelta sí lo disputó completo. El
Manchester City, con Jesús Navas en la banda derecha, dominó el choque y venció por un claro 3-1 a los de
Emery, que acabarían terceros la fase de grupos y conseguirían una nueva
Europa League.
Fernando mostró sus cualidades de nuevo en ese choque.